El recorrido de La Caravana de la Libertad, comenzó en Santiago de Cuba y trazó un camino de más de mil kilómetros a lo largo de la isla, la cual atrajo la atención de miles de cubanos que ansiaban un cambio en el país. El viaje simbolizaba la unidad del pueblo y la determinación de los revolucionarios en su lucha por la justicia y la transformación social.
Hoy, 65 años después de este trascendental suceso podemos afirmar que la llegada de Fidel Castro y el Ejército Rebelde a La Habana no solo representó la victoria militar, sino que también simbolizó la esperanza y la promesa de un futuro mejor.
Un futuro que a día de hoy construimos con esfuerzos y a pesar de las artimañanas e injusticias que cometen en nuestra contra.
Enero vuelve cada año con su carga de sueños y metas por cumplir, en una nación confiada en su presente y el compromiso con el porvenir de la Patria, la misma que liberaron esos valerosos hombres vestidos de verde olivo.
Podemos decir que es imposible olvidar,la celebración de cada 8 de enero es un recordatorio de la valentía y la visión de un ideal revolucionario que inspiró a generaciones enteras.
