El proceso de formación pedagógica en Cuba no pudo ser detenido por la Covid-19. Al igual que otros tipo de enseñanza, la preparación de los docentes encontró en las teleclases la vía idónea para burlar el distanciamiento físico provocado por la pandemia.
Caracterizadas por ofrecer herramientas para impartir una asignatura dada, las teleclases de formación pedagógica combinaron el saber de teleprofesores de diversas áreas del conocimiento. Con más de 40 años de experiencia en la docencia, Emma García Enis compartió, a través, de la televisión esencias sobre la enseñanza de las Matemáticas. Para ella, una de las claves del éxito en este tipo de clases es crear un ambiente de confianza.
Emma García Enis, profesora de Matemáticas.
«Tienes que dar la clase como quien está conversando y a su vez, tienes que imaginar la manera de pensar de quien te escucha, o sea, cuáles son las limitaciones que tiene para entender los contenidos. Es como quien monta una obra de teatro. El principal actor es el teleprofesor, quien debe crear un ambiente de complicidad con los estudiantes», apunta García Enis.
Acompañadas por el uso de materiales audiovisuales, las teleclases de formación a los estudiantes de escuelas pedagógicas le permitieron a Coral Verdecia Díaz impartir lecciones de Didáctica General a pesar de su juventud.
«Me tuve que preparar mucho. Impartí nociones de Didáctica General, una de las ciencias de la Pedagogía, la cual ayuda a concebir los métodos y el objetivo rector de una clase. Sin el dominio de esta asignatura es muy difícil tener éxito en el aula», señala Verdecia Díaz.
Ana María Abello Cruz, profesora de Español-Literatura.
Destinadas a los más de 28 mil estudiantes de las 29 escuelas pedagógicas existentes en la Isla, las teleclases de formación de docentes le hicieron recordar a la profesora de Español-Literatura, Ana María Abello Cruz, el encanto inigualable de la clase impartida en el aula.
«Es cierto que los encuentros televisivos tuvieron la magnitud de poder trabajar con muchos al mismo tiempo, pero no hay nada que cambie ese matiz que adquiere el intercambio con el estudiante, el ir mirando sus rostros y saber si lo que les estoy diciendo los enternece o no. Aunque sabemos que es un medio cuyas potencialidades debemos explotar, yo me sigo quedando con ese encuentro frente a frente con el estudiante para ir tomando la temperatura a nuestra comunicación», asevera Abello Cruz.
Con 25 especialidades, la formación pedagógica en Cuba es una de las prioridades del Ministerio de Educación, institución que hoy reconoce la labor desarrollada durante la pandemia por los teleprofesores en este tipo de enseñanza.
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