La poesía enaltece mi espíritu

Zoila Margarita Sánchez  Núñez //Foto cortesía de la entrevistada
Zoila Margarita Sánchez Núñez //Foto cortesía de la entrevistada

Conversar con la poetisa manzanillera Zoila Margarita Sánchez Núñez es adentrarse a un mundo lleno de matices y líricas por los colores que sabe dar a sus palabras, ella es una de las representantes más fieles de una poesía que surge desde lo más profundo del alma.


«La poesía, enaltece mi espíritu porque es la voz del comienzo, escucharla es hacerse aliado del tiempo que vuelve y luego se aleja en su ciclo», así me dijo al proponerle hablar del tema por celebrarse hoy el Día Mundial de este género literario y cuando le pregunté qué significaba la poesía para ella.


Motivada agregó que «es mi cosmos animado como palabra fundadora. Es mi rebelión y subversión. Mi utopía creadora en la tradición y el lenguaje; abrigada por la actualidad, mi honestidad y cierta iluminación.

«La poesía, enaltece mi espíritu porque es la voz del comienzo», dijo Zoila //Foto cortesía de la entrevistada


Como su misión es antigua y permanente, me salva y redime. Tomo prestado los versos de José Martí: …o nos condenan juntos o nos salvamos los dos.


La poesía es la iluminación que no termina, transpira la vida del ser humano en su contexto universal», dijo esta mujer toda pasión literaria.


Zoila es una fiel amante y defensora de su urbe natal, Manzanillo, a la que tantas veces le ha dedicado versos llenos autenticidad, por eso no duda en destacar que «la ciudad para mí es y será mi enigma. Estoy prendida a su ombligo y de ahí me alimento.


Soy narcómana del polvo que dejan sus grietas, de casas ruinosas, el frente de mar que produce alucinaciones en horas crepusculares; quejido eterno, los destierros que laceran, sus leyendas; tradiciones que sostienen mi identidad donde me forjo diariamente, la Cuba profunda cuna del órgano oriental, de poetas, músicos y pintores. Mis Estampas del terruño al decir del historiador Wilfredo Naranjo Gautier», manifestó la prestigiosa escritora.


Adentrarse en sus libros y textos es posible descubrir si en esas letras hay algo de Zoila dentro, por eso dice que «el padre espiritual de la nación cubana apuntaba: La libertad es religión definitiva y la poesía de la libertad es culto nuevo; destilan una energía hacia la permanencia que bebo. Es lo que persiste en mi yo-poesía, la libertad como ilusión necesaria. Nací en la Villa y Puerto Real de Manzanillo para dar testimonio», señaló.

La poesía me salva y redime, confesó Zoila //Foto cortesía de la entrevistada


Creo que esta poetisa fiel enamorada de su obra no podrá dejar nunca de escribir, así me dijo al indagar con ella si algún día lo hiciese. «Escribo poesía y voy a su esencia, encuentro con el espíritu que sostiene enigmas.

La plenitud, ese está pasajero glorioso en armonía con la basta naturaleza y el ser humano, mi imperio, la fuente donde voy a beber sedienta de conocimiento a desentrañar los ritos de ancestrales voces. Es un estado del ser, la sed continua que asumo aunque esté condenada. Nunca dejaré de escribir poesía», confesó.


Entonces llegue a Zoila y a todos los poetas manzanilleros nuestro agradecimiento por regalarnos tanta maravilla en sus creaciones, esas a las que una y otra vez volveremos cuando necesitemos estar cerca del mundo poético, o sencillamente de nuestra ciudad que no se desprenderá de nuestro ser.

Imagen cortesía de Yanelkys Llera Céspedes