Lisandra Ordaz: Campeona de la perseverancia (+ Fotos)

Lisandra Ordaz se tituló campeona del ajedrez cubano. Foto: Cortesía de la entrevistada.

Analizar las partidas desde el principio hasta el fin y ¡viceversa! como suelen hacer los geniales estrategas en medio de batallas campales, es una de las características que distinguen a la Gran Maestra femenina y Maestra Internacional absoluta Lisandra Ordaz, recientemente  proclamada campeona del ajedrez cubano.

Con 31 años de edad y de ellos 23 entre trebejos, la pinareña Ordaz se describe como una ajedrecista metódica, disciplinada y perseverante durante las preparaciones y competencias. Seguidora de Capablanca, Karpov, Judith Polgar y Magnus Carlsen, pone todo su empeño en cada jugada.

“Al ser mi propia entrenadora planifico y organizo mi preparación en correspondencia a las características de los eventos, entre cuatro y siete horas diarias. A veces es complicado combinar el rol de atleta con las labores y compromisos diarios como mujer y esposa, sin embargo, el contar con el apoyo de mi esposo y familia, posibilita mi paso firme.

“Por otro lado, para seguir elevando los resultados del ajedrez femenino cubano es imprescindible la atención personalizada por parte de entrenadores, la concreción de varios concentrados al año y la inclusión en torneos internacionales de alto nivel competitivo”.

—¿Cómo asumiste el pasado el campeonato nacional, teniendo en cuenta que llevabas casi seis años sin competir en ese evento?

“Mi última participación en el Nacional Femenino fue en 2014. Estuve años sin competir por problemas de salud, debido a mi estrategia para arribar a los 2400 puntos Elo (requisito indispensable para la obtención del título de MI absoluto) y después porque el reglamento me exoneraba a participar por el Elo superior a los 2400.

“Para este Nacional sabía que enfrentaría a rivales con un alto nivel competitivo  y a figuras jóvenes en ascenso. La experiencia en ediciones anteriores me permitió trazar una estrategia de preparación para enfrentar los diferentes estilos de juego y mantener la calma en los momentos claves de mayor estrés competitivo. Siempre enfocada en jugar buenas partidas, acumular puntos, evitar las derrotas y luego luchar por el cetro.

“Por otro lado, disfruté el excelente ambiente de compañerismo, las tertulias y bromas típicas entre ajedrecistas, la combatividad demostrada en cada ronda y el apoyo del público holguinero”.

—¿Cuáles fueron tus prioridades durante las partidas?

“La jugada de apertura en la ronda-1 fue un instante de alegría y satisfacción, pues significó mi regreso a este tipo de eventos. Para cada partida me preparé y la jugué al máximo nivel. De todas aprendí desde el punto de vista técnico y psicológico, teniendo en cuenta que la identificación y el tratamiento de los errores es uno de los caminos claves para el éxito”.

—¿A cuál de tus rivales respetas más? ¿Por qué?

“A todas, pues el solo hecho de estar en la Final del Campeonato Nacional de Primera Categoría demuestra que son rivales consagradas a su preparación y con destacados resultados”.

Lisandra Ordaz visita el monolito que guarda los restos mortales del Líder Histórico de la Revolución Fidel Castro Ruz, tras haber ganado el reciente Campeonato Nacional de Ajedrez. Foto: Cortesía de la entrevistada.

—¿Tengo entendido que otra hazaña comenzó tras el Campeonato Nacional?

“Fue un anhelo familiar de años. En cuanto supimos la sede del Nacional de Ajedrez planificamos con entusiasmo el recorrido por Holguín y Santiago de Cuba. Era imposible visitar en tan pocos días todos los lugares deseados, sin embargo, cumplimos con la historia al visitar la casa natal de Fidel y Raúl en Birán, el Museo 26 de Julio, el cual impresiona por la proeza realizada por la Generación del Centenario y el Cementerio de Santa Ifigenia.

“Allí permanecen eternamente tantos héroes y Mártires de la Patria, encabezados en primer línea por Fidel, Martí, Céspedes y Mariana Grajales. Resultó un momento inolvidable estar en aquel lugar tan sencillo, pero a la vez tan grande, que se identifica con una sola palabra: FIDEL”.

—¿Y cómo fue el recibimiento en tu natal Pinar del Río?

“En el propio andén de la terminal de ómnibus fui recibida por directivos del deporte de la provincia, familiares, amigos allegados y la prensa. Minutos después, en la Academia José Raúl Capablanca, tuve un emotivo encuentro con niños ajedrecistas;  nuestros futuros campeones, acompañados de sus padres, madres y entrenadores, un regalo que nunca olvidaré por la alegría y el amor con que fui tratada”.

—¿Cuéntanos de la preparación para los venideros certámenes nacionales y la Olimpiada de Rusia?

“A principios de marzo la Comisión Nacional de Ajedrez informará las cinco integrantes del equipo que representará a Cuba en la venidera Olimpiada, a efectuarse en agosto en Moscú, Rusia; una decisión acertada que da la posibilidad de trabajar en la preparación como team, meses antes de la competencia, a diferencia de ediciones anteriores.

“Están previstos rumbo a Moscú un concentrado de preparación en Mérida, México, la participación en el evento Ajeduni con formato por equipos, y el Premier Cerrado de Mujeres, por primera vez en el marco del Capablanca In Memoriam.

“Las que hagamos la selección, por supuesto llevaremos como bandera la histórica actuación de Cuba en la Olimpiada de 2010 cuando terminamos cuartas precisamente en la ciudad rusa de Khanty-Mansysk”.

Lisandra Ordaz junto a su esposo Orlando Adán Sosa Montejo, Maestro Fide (retirado del ajedrez activo). Foto: Cortesía de la autora.

—¿Gratitudes del ajedrez?

“Gracias a este deporte tuve la fortuna de conocer en tierras mexicanas a mi esposo Orlando Adán Sosa Montejo, Maestro Fide (retirado del ajedrez activo), ingeniero en Sistemas de Informatización y recientemente Doctor en Investigación Educativa.

“Junto a él he participado en eventos significativos en mi carrera deportiva, como el Magistral de Grandes Maestras, en la Universidad Nacional Autónoma de México (por cierto ahí en el concierto de Ricardo Arjona me propuso matrimonio), los abiertos de New York y Michigan y los mundiales de Partidas Rápidas y Blitz en Arabia Saudi.

“En mis largas sesiones de preparación ´alguien´ más me acompaña, me observa, me cuida, me besa, y está al tanto de todos mis movimiento. Lilata cacahuata es nuestra mascota, una perrita snauzer, inteligente, coqueta, cariñosa y fiel que me extraña muchísimo cuando no estoy. Ya lleva cinco años con nosotros. Es nuestra bebé.

 “Mis papás Rubén Ordaz y Letycia Valdés, profesores de Matemática de la Universidad de Pinar del Río y mi hermano Harold Ordaz, ingeniero en Informática, han sido pilares fundamentales en mi carrera. Cada enseñanza, consejo, pensamiento positivo, fuerzas, ánimo y abrazos provocan en mí el deseo de seguir adelante en busca de nuevas metas. Afortunada también de contar con el apoyo incondicional de mi familia mexicana, que disfruta con emoción y pasión de mis triunfos.

“Agradezco a José Antonio Colls, entrenador en la etapa de iniciación, a José Manuel Cruz y Walter Arencibia continuadores en mi formación hasta el alto rendimiento, a Buenaventura Hernández, preparador físico y a Aramis Álvarez, director técnico del equipo nacional femenino”.

En estos momentos, la monarca nacional finaliza la maestría “Metodología del Entrenamiento Deportivo para la Alta competición” en la Universidad de Pinar del Río, Hermanos Saíz Montes de Oca. Dentro de pocos meses defenderá su tesis  sobre errores en el entrenamiento de finales de torres de ajedrez de las maestras tituladas cubanas. Si fuéramos el tribunal, desde ya, le damos cinco.

Lisandra Ordaz junto a sus padres Rubén Ordaz y Letycia Valdés en Birán. Foto: Cortesía de la entrevistada.

Lisandra Ordaz junto a su perrita Lilata. Foto: Cortesía de la entrevistada.

Familiares, directivos del inder y amigos recibieron a Lisandra en Pinar del Río. Foto: Cortesía de la entrevistada.

Lisandra Ordaz en Pinar del Río. Foto: Cortesía de la autora.

Lisandra exhibe su trofeo que campeona. Foto: Cortesía de la entrevistada.

Lisandra Ordaz en Birán, sitio natal de Fidel y Raúl Castro. Foto: Cortesía de la entrevistada.

Lisandra Ordaz en el Museo 26 de Julio. Foto: Cortesía de la entrevistada.