Londres, 27 mar (Prensa Latina) Debemos avanzar rápidamente más allá de la retórica de la igualdad a la realidad de una comprensión y operación de la salud global más democrática, más multipolar, más interconectada y más distribuida, llamó hoy la publicación The Lancet.
La revista semanal médica británica publicó en su sitio web una valoración sobre el avance de la pandemia de la Covid-19 que desmiente previsiones anteriores de una respuesta acertada a la pandemia.
Valoraciones anteriores sobre la capacidad de 195 países para enfrentar brotes de enfermedades infecciosas indicaban que Estados Unidos ocuparía el primer lugar, el Reino Unido el segundo, Corea del Sur el noveno puesto, y China el escalón 51, con la mayoría de los países africanos al final de la clasificación.
Las cosas se ven diferentes ahora, señala, cuando los gobiernos de Estados Unidos y el Reino Unido brindan una de las peores respuestas del mundo a la enfermedad, con mentiras e incompetencia de la primera, y demoras casi criminales y ofuscación de la segunda.
Ninguno de los países cuenta con pruebas generalizadas, como recomienda la Organización Mundial de la salud (OMS), junto con el tratamiento y el seguimiento, subraya.
Enumera que en ninguno los trabajadores de la salud tienen acceso adecuado a equipos de protección personal, ni tampoco hay suficientes camas de hospital para acomodar la avalancha de pacientes.
Peor aún, destaca, al negarse a eliminar las sanciones contra Irán, Venezuela y Cuba, Estados Unidos paralizó la capacidad de otros países para responder, continuando el bloqueo de suministros médicos y otra ayuda humanitaria.
Los países asiáticos, incluidos China, Corea del Sur, Singapur y Taiwán, brindaron respuestas rápidas, efectivas y a menudo innovadoras, gracias en parte a su experiencia reciente con brotes del síndrome respiratorio de Medio Oriente en 2015 y el agudo severo 2002?03 Síndrome respiratorio epidémico, asegura.
China convocó a cientos de funcionarios extranjeros para compartir lecciones y envió expertos, máscaras y otros suministros a Italia y otros países afectados, mientras Cuba también envió médicos para ayudar con la respuesta, y dio la bienvenida a los pasajeros de un crucero rechazados por Estados Unidos, puntualiza.
Señala The Lancet que el modelo de salud global se basa en gran parte en la asistencia técnica y el desarrollo de capacidades de Estados Unidos, el Reino Unido y otros países ricos, cuya respuesta es esclerótica y demorada en el mejor de los casos.
Sostiene la publicación que la salud global nunca será la misma después de la Covid-19 y debemos avanzar rápidamente, por nuestra propia seguridad, más allá de la retórica de la igualdad a la realidad de una comprensión y operación de la salud global más democrática, más multipolar, más interconectada y más distribuida.
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