¿Manejar es solo «cosa de hombres»?

Idania ha dedicado 25 años de su vida a la transportación de pasajeros Foto: Borrego Torres, Agustín
Idania ha dedicado 25 años de su vida a la transportación de pasajeros Foto: Borrego Torres, Agustín

Con 25 años de experiencia, Idania Perea León ha dejado claro que las mujeres también destacan en roles tradicionalmente asignados a los hombres, y que, a pesar de los malos comentarios que pueda tener la prejuiciosa sociedad, sabe manejar bien «la guagua».

La pasión de esta mujer natural de Artemisa, se desarrolló en la base de transporte del central Abraham Lincoln, cuando era muy joven. Pero no fue hasta los 28 años de edad que inició su carrera como chofer profesional, en la empresa azucarera del territorio.

Actualmente tiene 56 años y una vasta trayectoria, como parte de la cual se puede incluir el desempeño como tiradora de caña, en la transportación de los obreros y pasajeros, y como conductora de ambulancias.

Después de siete años en el transporte local, recibió la propuesta de unirse a la Empresa de Ómnibus Nacionales (eon), en la cual se convirtió en la primera mujer en manejar estos vehículos en todo el país.

«La directora provincial de Transporte de Artemisa hizo una captación, fui, pasé el curso e inicié en un trabajo bastante engorroso, difícil y peligroso, pero muy bonito para los que nos gusta», comenta.

«Las personas te miran y se asombran, no todas, pero la gran mayoría te elogia cuando te ve vestida de uniforme, y eso es muy bonito, que te admiren en lo que haces.

«Al cabo de los siete años, entró una compañera de Holguín, seleccionada por la Federación de Mujeres Cubanas (fmc); así que en este momento somos dos las mujeres que conducen en la eon».

–¿Ha enfrentado algún desafío o discriminación en este campo laboral?

–Como toda mujer, claro que una se enfrenta a situaciones adversas y difíciles. Este es un trabajo que lleva mucha profesionalidad y suele ser solamente asumido por hombres, pues se duda de que nosotras tenemos la capacidad para hacerlo.

«Ya yo voy para ocho años en Ómnibus Nacionales, y siempre ha existido el machismo y la duda, pero al final se dan cuenta de que, cuando eres una buena profesional y lo haces bien, hay que respetarte y darte el lugar que llevas entre los compañeros».

«Es un trabajo un poco difícil, pero se logra. Cuando tienes muchos años de experiencia, se demuestra que sí se puede».

–¿Qué opina la familia de su labor?

–Como desde joven siempre fui chofer, mi familia siempre me apoyó. Mis padres, que ya no están, por desgracia de la vida, mi hermana, mi esposo; todo el mundo me ha apoyado en esta labor.

«Actualmente, llevo 22 años casada. Mi esposo me conoció siendo chofer, y siempre me ha apoyado. Puede haber machismo, por supuesto, a todos los hombres no les gusta que sus mujeres sean choferes, pero al mío sí.

«Mi profesión y mi labor no la cambio por nada, porque es lo que me gusta, y lo que tú haces con amor, lo haces bien».

–¿Qué consejo les daría a otras mujeres que estén interesadas en seguir sus pasos y convertirse en conductoras de ómnibus?

–Si realmente les gusta lo que hacen, den su paso adelante y demuestren que se puede. Yo lo demostré, y lo demostró mi compañera.

«Debido a mi profesión y buena labor, fui delegada directa al Congreso de la fmc. Soy una persona integrada a la Revolución. Gracias a ella y a este país, he logrado llegar a este nivel en que estoy.

«No fui rechazada, como en otros países de Latinoamérica, donde a la mujer no le dan el espacio para lograr lo que ellas quieren. Aparte de todos los problemas actuales, eso es una cosa muy bonita que tiene este país, y que Fidel siempre lo recalcó, y Vilma».

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