Manos que aserran y tornean (+Fotos y video)

Tornear algunas pieza le imprime belleza y elegancia a las producciones de la UEB Industria Forestal de Manzanillo // Foto: Denia Fleitas Rosales
Tornear algunas pieza le imprime belleza y elegancia a las producciones de la UEB Industria Forestal de Manzanillo // Foto: Denia Fleitas Rosales

En el torno gira la pieza cilindrada de algarrobo indio, al compás de una sinfonía estrepitosa de sierras y máquinas herramientas que transforman la madera en una de las carpinterías de la Unidad Empresarial de Base Industria Forestal de Manzanillo.

Bastan segundos y los dedos de Leonel Sardiñas Pollán dan a la masa un estilo colonial. Con su habilidad en el manejo de la gubia y el escoplo, desbasta, vacía, tornea, perfila la pata de la cama donde otros encontrarán reposo.

“Siempre trabajamos con esmero, pero esta vez lo hacemos con más dedicación porque estamos confeccionando un lote de 20 camas personales o boesplin para personas que por las intensas lluvias de hace unos días se quedaron sin nada, y me siento motivado porque sé que de aquí, de mis manos, van para quienes hoy más las necesitan”.

La habilidad de Leonel Sardiñas Pollán en el torno le permite hacer con rapidez el estilo deseado en el cilindro de madera // Foto: Denia Fleitas Rosales
Cuidar cada detalle para lograr la simetría del torneado es esencial // Foto: Denia Fleitas Rosales
Con gubia, escoplo, cinceles, se imprime la belleza deseada en la madera // Foto: Denia Fleitas Rosales

“Quisiera tener más manos para hacer más. Aquí tarea que se nos asigna, tarea que cumplimos, y sin horario. Lo importante es ayudar, y todo por la Revolución”, manifiesta este obrero cuyos 38 años de desempeño le han dotado de la destreza para la fabricación de muebles en madera.

Producir camas a petición del cliente es tarea común para la veintena de trabajadores de la UEB Industria Forestal en la ciudad del Golfo de Guacanayabo, sin embargo estas se añaden por una situación excepcional, para su entrega de forma gratuita a través de la Asistencia social, por el Ministerio de Trabajo, a damnificados por los efectos de las inundaciones.

“Que sean fuertes, torneadas, lijadas, con durabilidad, de calidad, como estamos acostumbrados a hacer, es una máxima”, afirma Joaquín Cedeño Rondón, director de la UEB. “Sin que disminuya el ritmo, de igual forma se trabaja en cumplir con los contratos de kits de parles para la Empresa de Acumuladores XX Aniversario, los ataúdes para Comunales, y para llegar al 80 por ciento de ejecución de una vivienda de tipología cuatro a nuestro cargo en El Remate, así como otras dos para nuestros trabajadores en áreas aledañas, ya en fase de excavación”.

Uno de sus renglones líderes, la caja Lantron para colmenas¸ se incorporará el próximo mes al flujo productivo, de las que se logran unas 30 por día para el importante sector que aporta uno de los rubros exportables de la economía cubana: la miel.

Aunque con limitaciones por la situación económica nacional en el orden de los combustibles, la energía y materias útiles como la cola, las puntillas, a decir del directivo, los obreros de las áreas, una en las proximidades de la circunvalante Camilo Cienfuegos y otra en la Avenida Primero de Mayo, y de la brigada de corte, extracción y transportación de la materia prima esencial, aprestan sus fuerzas y consagración para llegar a las metas, que en el año en curso ascienden a 3.9 millones de pesos de ingresos por concepto de ventas y servicios.

Los bolos de madera semidura en el piso de la carpintería se aglomeran para tales efectos. De ellos mensualmente son procesados entre 25 y 30 metros cúbicos, que se extraen de las plantaciones artificiales de Flora y fauna dispuestas en zonas de Pozón, Arroyo Hondo, Jibacoa, áreas que sintieron el paso feroz de las corrientes de agua por la crecida del río.

Se procesan mensualmente de 25 a 30 metros cúbicos de algarrobo indio, catalogado como madera semidura // Foto: Denia Fleitas Rosales
Dany Gamboa Sam, jefe de la brigada de la carpintería ubicada en las proximidades de la circunvalación Camilo Cienfuegos // Foto: Denia Fleitas Rosales

También salen de los troncos sesgados: sillas, bancos, balances, zapateras, trapeadores, realizaciones menores que les permiten ofrecer opciones funcionales a las familias, y a los forestales, sustituir aquellas primarias del flujo productivo, como las que nacían en el Taller de Bambú. Señaló Julio Aldana Cardona, al frente de este último, “como alternativas al incremento de utilidades, pero fundamentalmente para satisfacer las demandas de la población que siempre busca de nuestros trabajos”.

Unos con audífonos protectores para evitar el bullicio de las herramientas de corte, los más viejos en la ocupación adaptados al concierto del torno, el trompo, la garlopa, el cepillo calibrador, y especialmente de la sierra aisladora; pero juntos consagrados a ver el resultado final de la jornada, que abre a las siete de la mañana y termina “incluso a las siete de la noche, según nos permita la luz”.

Uno de esos hombres forestales es Bienvenido Cedeño Lastre, quien a sus 61 años prácticamente da el saludo a la mañana junto a la sierra de 5 milímetros de hoja “para agilizar la tarea. Cuadrar los bolos, sacar primero las patas y luego las barras largas y cortas, el tablillero y los listones laterales; esa es la prioridad para cumplir la misión humanitaria. Luego juntos armamos la cama en un momento”.

Con 14 años de trabajo en la industria, Bienvenido mantiene con vida la sierra de 5 milímetros para sostener el flujo productivo de la carpintería // Foto: Denia Fleitas Rosales
La precisión es clave para garantizar la seguridad del trabajo en la industria // Foto: Denia Fleitas Rosales
Aserrar la madera es el primer paso para la ejecución de las faenas en la industria // Foto: Denia Fleitas Rosales

“Aunque así hacemos con todo porque somos un equipo. Y yo me siento satisfecho porque “mi niña” -así le digo a la sierra- es el alma del lugar, yo a ella la quiero y la cuido para que no se detenga la carpintería”.

Maestría para convertir un trozo de madera en un objeto útil, sensibilidad para imprimirle rapidez al trabajo diario sin restarle calidad, y que en el menor plazo posible beneficie a los necesitados, realzan el desempeño de estos obreros manzanilleros.

Cada 21 de junio ellos festejan su día, coincidiendo con el inicio del verano en el hemisferio norte, y con el Día del árbol. En sus manos estos se tornan riqueza de un oficio, cuyas piezas torneadas o no, facilitarán la vida de los hombres.

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