Manzanillo. Diciembre 21.- Mañana hermosa aquí: los rayos del sol compiten por ganarle a nubes grises y calentar un sábado especial en el que los acordes de un piano, los violines, un bajo, los cueros, el güiro, la flauta y las voces eternizan la serenata de amor por la Glorieta y el pueblo.
Jornada bella porque hace hoy 56 años le nació a la Ciudad del Golfo de Guacanayabo el símbolo más encumbrado de la música y la cultura por estos lares luego del Triunfo de la Revolución: la Original de Manzanillo, la Súper Charanga de Cuba.
El sello tiene muchos nombres imposibles de abarcar a todos en breves líneas porque una obra como la Original es construcción colectiva de empeños, de amores, son y cubanía.
Hoy, el emblema musical de Manzanillo se alza sobre el pedestal del cariño y la ovación de millones de seguidores en Cuba o en cualquier lugar del mundo a donde han llegado sus canciones.
«Siempre quisimos permanecer aquí porque la universalidad nos la propusimos desde nuestro terruño», dice Wilfredo Pachy Naranjo, hombre música, Premio Nacional de esa manifestación, talento, profesionalidad y sencillez.
«Gozamos del cariño de la gente, sentimientos recíprocos. La Original está fuerte y vital», agrega, y lo confirman los nuevos que enaltecen el pentagrama con la guía de los consagrados Kiko Arango, Miguelito Armesto, Mora y Fleitas.
Hoy los Originales no están en su tierra para apagar las 56 velas del pastel musical: compromisos laborales los llevaron a Villa Clara hasta el 29 de diciembre. Un día después el concierto será en el municipio granmense de Bartolomé Masó y abrirán el 2020 en la urbe que llevan como apellido.
Hoy, todos festejan por ellos y con ellos: promesa de amor compartido y multiplicado por el pueblo que sabe que Pachy Naranjo y la Original tienen a Manzanillo en el alma y a Cuba en el corazón.