Manzanillo incentiva a fortalecer la responsabilidad

Manzanillo // Foto Marlene Herrera
Manzanillo // Foto Marlene Herrera

Manzanillo. Enero 18.- A no bajar la guardia ante la disminución de los casos confirmados con el Sars-Covs-2 en esta urbe estamos convocados los manzanilleros, porque ante las circunstancias epidemiológicas de la segunda ola de contagios de la COVID-19 en Cuba cobra sobrada relevancia el refrán de es mejor precaver que lamentar.

En este sentido, las autoridades sanitarias de la localidad fortalecen la exigencia ante el incumplimiento de las normas y medidas que ponen en riesgo la seguridad y bienestar de todos los ciudadanos y redoblan esfuerzos en las inspecciones sanitarias para detectar a los infractores.

Sólo en la fecha, según información de la doctora Sulay Rodríguez Domínguez, jefa del puesto de mando de la enfermedad en la dirección municipal de Salud, 25 de los 30 decretos leyes aplicados se corresponden con las violaciones de las medidas de bioseguridad, fundamentalmente el mal uso del nasobuco.

Incentivar la desconfianza y prevención resultan claves hoy, tanto como velar por la disciplina que permitirá reducir las actuales cifras de positivos activos en Manzanillo, hoy con sólo ocho casos: tres importados y cinco autóctonos.

Estas cifras se asocian a cuatro focos de transmisión de la enfermedad pandémica y un brote, y producto a los cuales están en aislamiento tres sospechosos.

También, como parte del accionar preventivo local para evitar la propagación del nuevo coronavirus y la detección temprana de sintomatología asociada, se realizan las pesquisas a la población manzanillera, este domingo alcanzó a 16 mil 410 habitantes, de ellos más de 10 mil 700 considerados como vulnerables.

En la jornada de fin de semana fueron valoradas en las áreas de salud 51 pacientes con infecciones respiratorias agudas, los más afectados pertenecientes al policlínico cuatro Luis Enrique de la Paz.

Acorde al control sanitario internacional se vigilan 29 viajeros procedentes del exterior y 125 nacionales.

Desde las instituciones sanitarias se potencia el control y exigencia para la reducción de los riesgos, y se incentiva al actuar consecuente con la salud de los manzanilleros, para proteger a todos por igual.