Manzanillo. Junio 9.- Especial atención deberán prestar los manzanilleros a la presente temporada ciclónica que comenzó el pasado Primero de junio, y en Cuba se extiende hasta el 30 de noviembre. Según los estudios demostrados por los especialistas, esta promete ser muy activa, por lo que en el territorio se establecen las acciones para enfrentarla en medio de una condición atípica, cuando estamos afectados por una situacion epidemiológica causada por la COVID-19.
Estas consideraciones son analizadas con sitematicidad en el Consejo de Defensa Municipal (CDM) de Manzanillo, donde Francisco Montero Milán, representante de la Defensa Civil en este territorio informa estas cuestiones.
Recientemente en uno de estos encuentros el especialista declaró que en Manzanillo “por intensas lluvias se deben proteger a los habitantes de esta ciudad por cinco situaciones que son las que más afectan al territorio. Son ellas, las consecuencias de aguas abajo de las presas, que aquí pueden afectar a unas 5535 personas por la incidencia del embalse Paso malo del municipio Bartolomé Masó y la de Buey Arriba. Estas presas afectan a las zonas de defensa números siete y nueve”.
“Al mismo tiempo tenemos personas a proteger que se encuentran cerca del río, especialmente en las áreas bajas porque se quedan aisladas y por derrumbes”.
“Al igual se debe resguardar a nuestros pobladores por los fuertes vientos en caso de ocurrir depresiones o tormentas tropicales, huracanes desde las categorías de la uno a la cinco, e inundaciones costeras”.
“Otro elemento a tener e cuenta en esta temporada es la salvaguarda de los manzanilleros que se desconcentran producto a escape de sustancias peligrosas. En el municipio se tienen identificados tres objetivos considerados con peligros químicos”, señaló el representante de la defensa civil aquí.
“Acá igual se trabaja en el aseguramiento con los grupos y subgrupos de la planificación de las medidas y aseguramientos para poder enfrentar el período de junio a noviembre”, dijo.
En el municipio las comisiones de evaluaciones de daños y necesidades para actuar con inmediatez y profesionalidad antes los eventos hidrometeorológicos, como tormentas locales, severas, tornados, lluvias intensas, entre otras, trabajan para garantizar el levantamiento de los plazos establecidos y con calidad.
Por su parte las comisiones de protección a la población realizan un análisis detallado por cada albergue a emplear para determinar las capacidades de recepción, las cuales se reducen teniendo en cuenta el principio del distanciamiento social mientras se mantengan las medidas de enfrentamiento a la COVID-19.
Así mismo se trabaja en el municipio en el análisis detallado del contenido de los estudios sobre los peligros, vulnerabilidad y riesgos rrelacionados con los fenómenos hidrometeorológicos, fuertes vientos, deslizamiento del terreno, inundaciones por intensas lluvias y penetración del mar.
En Manzanillo se debe analizar y socializar en todos los niveles hasta las zonas de defensas la base de datos para la protección de la población teniendo en cuenta la definición de las prioridades para la protección a la población.
Igual se prestará especial atención a los chequeos de los albergues a emplear comprobando su estados constructivos, seguridad integral, condiciones higiénico sanitarias, variantes para la cocción de los alimentos, respaldo eléctrico, existencia mínimas de colchones para las personas vulnerables.
Para este tiempo el CDM debe actualizar también el inventario de los árboles altos y peligrosos, así como definir el orden de prioridad para su poda o tala, según el peligro para la población.