Al menos 13 personas perdieron la vida en una masacre ocurrida entre el viernes y el sábado en la comunidad rural de Chiquix, departamento de Sololá, en el suroccidente de Guatemala, informó la Policía Nacional Civil (PNC).
Entre las víctimas hay mujeres, niños y ancianos. El ataque ocurrió tras una incursión policial por un antiguo conflicto limítrofe. La disputa por tierras entre los dos municipios guatemaltecos data desde hace un siglo.
En un comunicado, la PNC informó que localizaron 13 personas “fallecidas en la aldea Chiquix, ubicada en el lado de (el municipio de) Nahualá y que es un límite territorial en el conflicto que mantienen con (el pueblo vecino) de Santa Catarina Ixtahuacán”.
De acuerdo a la Procuraduría de los Derechos Humanos, la matanza ocurrió cuando una familia que se dirigía a «levantar sus cosechas» fue «emboscada por un grupo de hombres que portaban armas de grueso calibre». Foto JOHAN ORDONEZ/ AFP.
La corporación de seguridad civil detalló que uno de los fallecidos es un agente policial, mientras que otros dos oficiales se encuentran heridos.
La PNC indicó que en el lugar de los hechos, ubicado a unos 160 kilómetros al oeste de la capital guatemalteca, fue localizado un camión «semiquemado» y una patrulla con «perforaciones de bala», por lo que presume que fue atacada.
En mayo de 2020, el presidente guatemalteco Alejandro Giammattei decretó estado de sitio en la zona debido a una escalada de violencia por el conflicto entre los dos municipios habitados por indígenas mayas, que data desde hace un siglo.
El diferendo ha persistido “por más de 100 años», a lo largo de los cuales muchos pobladores han perdido la vida por la “supuesta defensa de sus tierras», dijo Giammattei en esa ocasión.
Familiares de personas asesinadas en la comunidad de Chiquix, esperan los cuerpos de sus familiares frente al Instituto Nacional de Ciencias Forenses, en Quetzaltenango, Guatemala. Foto: JOHAN ORDONEZ / AFP.
Familiares reconocen el cadáver de una de las víctimas asesinada en la comunidad de Chiquix, en las afueras del Instituto Nacional de Ciencias Forenses, en Quetzaltenango. Foto: JOHAN ORDONEZ / AFP.
Vista aérea de siete ataúdes de las personas asesinadas en la comunidad de Chiquix, el 20 de diciembre de 2021. Foto: CARLOS ALONZO / AFP.
La disputa por tierras entre los dos municipios guatemaltecos ha persistido por más de 100 años, a lo largo de los cuales muchos pobladores han perdido la vida. Foto: JOHAN ORDONEZ / AFP.
Indígenas bloquean ruta con ataúdes para exigir justicia
Las fuerzas de seguridad de Guatemala informaron este sábado que entre las víctimas había niños y mujeres. Foto: JOHAN ORDONEZ / AFP.
Con piedras, palos y una hilera de ataúdes de madera con los cuerpos de varias de las 13 víctimas de una masacre perpetrada el fin de semana en Guatemala, decenas de pobladores bloquearon el lunes la carretera Interamericana, que conecta la capital con el oeste del país.
Los féretros fueron colocados en la ruta que lleva a Santa Catarina Ixtahuacán, 170 km al oeste de Ciudad de Guatemala, por decenas de familiares y vecinos que exigen justicia y piden al gobierno de Alejandro Giamattei que ponga fin de una vez por todas a un conflicto territorial de más de 100 años con habitantes de un municipio vecino, a los que acusan de la masacre.
Los manifestantes y familiares velaban a sus muertos en la carretera, donde alzaron un altar con flores, velas, humo de incienso y fotografías de los 13 niños, mujeres y ancianos asesinados.
Entre los gritos de protesta se escuchaba el llanto desgarrador de varias mujeres vestidas con los coloridos trajes indígenas de la etnia maya-k’iche’.
«No hay palabras para describir lo que siento», dijo a la AFP conteniendo las lágrimas Alonzo Guarchaj, de 30 años, frente al auto fúnebre que lleva el féretro con los restos de su papá, un octogenario pastor evangélico con el mismo nombre.
«Dejamos todo a la mano de Dios y (que) la venganza sea de él», añadió.
Apostados en la carretera, los manifestantes pidieron al gobierno solucionar el viejo conflicto con el municipio vecino de Nahualá, de la misma etnia indígena.
El gobierno anunció el lunes la detención de tres presuntos responsables de la matanza.
«¡Ya no, somos hermanos!», gritó un poblador desde un camión donde varios líderes comunitarios tomaron la palabra para urgir a Giammattei a que se comprometa a definir el límite entre los poblados.
Límite, «la solución»
El procurador de derechos humanos de Guatemala, Jordán Rodas, calificó este domingo de «grave» la situación que se vive en dos comunidades indígenas. Foto: JOHAN ORDONEZ / AFP.
La noche del sábado, la policía informó del asesinato de 13 personas en la aldea Chiquix, en territorio de Nahualá, además de la localización de un camión semiquemado y una patrulla con perforaciones de bala.
Las víctimas, originarias de Santa Catarina Ixtahuacán y que se dirigían a recolectar maíz, fueron blanco de una emboscada perpetrada por hombres armados.
Una de las 13 víctimas fue un policía que custodiaba la faena a raíz de la conflictividad en la zona, dijo el procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas. La versión fue confirmada por pobladores.
«Las familias emboscadas, luego de asesinadas, fueron quemadas dentro del camión donde se conducían, y los niños descuartizados con machete», indicó Rodas en un informe sobre la masacre que los pobladores vinculan al conflicto de límites.
Este lunes, tras la entrega de los cuerpos en la morgue de la ciudad cercana de Quetzaltenango, se confirmó el deceso de tres menores que eran hermanos. Sus padres también fueron asesinados.
«El límite territorial municipal, ésa es la solución. Porque solo acuerdos no, señor presidente, tiene que ser el límite territorial de ambos pueblos y así va a existir paz y tranquilidad», pidió al gobierno Sabino Tambriz (40), concejal de la municipalidad de Santa Catarina Ixtahuacán.
Vestido con un saco gris y de mascarilla, recordó el «fracaso» de un diálogo instalado por el gobierno a mediados del año pasado tras una nueva escalada de violencia que llevó a Giammattei a decretar un estado de sitio en la zona.
«Queremos límite territorial. Ya no queremos disparos», señalaba una pancarta sostenida por una niña en la protesta. «Responsabilizamos al gobierno por la muerte de niños, mujeres y ancianos (,…) masacrados por criminales», se leía en otro cartel.
«Todas la medidas»
Las fuerzas de seguridad de Guatemala informaron este sábado que entre las víctimas había niños y mujeres. Foto: JOHAN ORDONEZ / AFP.
El gobierno informó el domingo en un comunicado de la captura de tres hombres presuntamente responsables por la matanza.
«Las autoridades tomarán todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad, el respeto a la vida, la paz y la gobernabilidad en (el departamento de) Sololá», señaló el gobierno.
Las comunidades indígenas, muchas de las cuales viven en condiciones de pobreza, representan más de 40% de los 17 millones de habitantes de Guatemala.
(Con información de TeleSur, El País y AFP)