Médicos de la familia, guardianes de la salud (+Fotos)

Los ojos de la pequeña Danna Paola advierten algo fuera de lo común, un cambio ligero de temperatura le aquieta sobremanera, pero no al equipo del consultorio médico de la familia número 18 del policlínico dos Ángel Ortiz Vázquez, al que pertenece.

La detección a primera hora durante la pesquisa activó la alerta, y de inmediato también la solitud de presencia en la instalación sanitaria para profundizar en las causas y condicionantes del malestar de la niña de apenas seis meses de nacida.

En brazos de su madre Carmen Cedeño Alarcón transcurre la consulta, preguntas reiteradas, revisiones exhaustivas, análisis clínico de cada detalle, sugieren un diagnóstico alentador y la calma tanto a su joven progenitora como a las doctoras de la institución.

Las consultas y visitas a los menores de un año son rutinarias para evaluar su estado // Foto Denia Fleitas Rosales

“Con ellas a nuestro lado es mejor, su preocupación constante y el velar por la salud de cada paciente inspira confianza, así no importa la inexperiencia porque con cada hijo uno se siente inexperta; al mantenerse atentas y acudir o llamarnos a venir a consulta muestran que además de su trabajo cumplen con esa sensibilidad humana del personal médico cubano que es lo máximo”, comenta Carmen Cedeño al salir con mayor certeza de los cuidados a su hija.

“El seguimiento por consultas cada 15 días, porque la niña nació bajo peso, y la vigilancia diaria tanto a ella como a mis gemelas de tres años y a mis padres, dicen lo importante de poder contar con la medicina cubana”.

En esta institución que responde al Programa del médico y enfermera de la familia, como en los 124 de su tipo en Manzanillo, se cumple el precepto martiano de que “la verdadera medicina no es la que cura sino la que previene”.

En implementación hace 36 años, tras ponerse a prueba en 1984 y expandirse, tienen la responsabilidad de atender a la población circundante desde la infancia hasta la ancianidad, para contribuir a los cuidados de la vida de cada manzanillero y cubano, y ya hoy consta de 11 mil 406 consultorios en toda la nación que garantizan la cobertura médica universal en esta tierra caribeña.

La doctora Yosneli Rodríguez Castillo examina a una embarazada // Foto Denia Fleitas Rosales
El estado de las gestantes es prioridad del médico de la familia // Foto Denia Fleitas Rosales

“La Atención Primaria de Salud (APS) constituye el pilar esencial del sistema de salud pública de Cuba”, asevera la doctora Yosneli Rodríguez Castillo, especialista de primer grado en Medicina General Integral (MGI), con ocho años de labor y titular del consultorio número 18.

“Es una labor grandiosa porque somos los que estamos a diario trabajando con la población para dar promoción y prevención sanitaria, base fundamental de nuestra medicina.

“Con una dispensarización de los pacientes y en respuesta a los Programas de Atención Materno Infantil (PAMI), neoplasias, donantes, insuficiencias renales crónicas, pacientes con VIH, y según las edades y patologías crónicas, cumplimos lo encomendado a favor del pueblo.

“Permanecemos en el consultorio, en mi caso que resido en él, son 24 horas, y siempre estoy dispuesta, tratando de entregar lo mejor todos los días”.

Es él suyo criterio compartido también por las dos doctoras residentes de MGI y dos licenciadas en enfermería que laboran en este oconsultorio, ubicado en la calle Libertad entre Maceo y Masó.

Allí tienen a cargo una población de 1486 pacientes, hoy 14 embarazadas, 15 lactantes, tres recién nacidos y 277 vulnerables por sus edades y patologías de base, que son prioridad para las pesquisas diarias.

Doctora Yadelis Martínez Rodríguez residente del primer año de la especialidad de Medicina General Integral// Foto Denia Fleitas Rosales

La doctora Yadelis Martínez Rodríguez, residente del primer año de MGI, que se incorporó hace un año, concuerda con que “es una labor trascendente, porque se detectan todos los factores de riesgo modificables y que podrían contrarrestar cualquier enfermedad, así como el control de estas, que se identifican y evita llegar a males mayores.

“Es un reto, además de que se estrechan los lazos entre el médico y la comunidad, se enriquece uno porque esta es una especialidad integral que nos obliga a estudiar y a estar integrados a todas las familias”.

La prevención se cumple desde el área con un trabajo en equipo, que se consolida con las consultas de especialistas en Psicología, Ginecobstetricia, Pediatría y Medicina interna, quienes remiten los pacientes al resto de los especialistas de la Atención Secundaria de Salud a los policlínicos en sus proyecciones comunitarias.

“A pesar de la COVID-19 se continúan las interconsultas con el cuidado extremo, porque no se puede detener este vital proceso de atención que engrandece a nuestro sistema sanitario”, comenta la doctora Arianna Mustelier Gregorich, especialista en MGI, en función ginecobstétrica.

La doctora Arianna Mustelier realiza la consulta de riesgo preconcepcional en el consultorio médico de la familia número 18 del policlínico dos Ángel Ortiz Vázquez// Foto Denia Fleitas Rosales
La calidad de las pesquisas se evalúa a diario afirma la doctora Arianna Mustelier// Foto Denia Fleitas Rosales

“Por ello estoy aquí, además los especialistas cumplimos funciones docentes y al integrarnos con estos grupos básicos evaluamos el trabajo integral del consultorio médico de la familia, estamos próximos al paciente en todo su escenario familiar y hogareño.

“También supervisamos las pesquisas con un control de calidad, que es importante porque este trabajo evita que se transmita la enfermedad en la comunidad. Hasta el momento han resultado positivos a COVID-19 tres pacientes del área, múltiples han sido contactos de confirmados de otras áreas, y no se ha producido transmisión”.

Con efectos paradigmáticos en la salud de la población, el programa de los consultorios médicos de la familia ha contribuido a la reducción de las visitas a los cuerpos de guardia de los hospitales, de las tasas de mortalidad materna e infantil, al cumplimiento del esquema de inmunización, a la prevención sanitaria en sentido general.

La licenciada en enfermería Susel Naranjo atiende con prontitud y amabilidad a los pacientes// Foto Denia Fleitas Rosales
Con 21 semanas de gestación Marbelis Ferrá acude a una de las 15 revisiones que como promedio tienen las embarazadas // Foto Denia Fleitas Rosales

Una base de este éxito es la relación establecida entre el equipo asistencial y la comunidad, que es ponderada por la licenciada en enfermería Susel Naranjo Mustelier, a casi 20 años de profesión: “ese tratar bien a los pacientes, visitarles, conocerles y ganar su confianza, ayuda a cumplir nuestra función; se sienten más seguros de confiarnos su estado, además con el buen trato y sonrisa del personal ya sienten alivio a sus males, a pesar de cualquier limitante que encontremos y que superamos porque estamos donde necesite la Revolución”.

De este entrañable afecto y consagración da constancia la joven embarazada Marbelis Ferrá, “es una atención esmerada, siempre su equipo está pendiente de mi estado, porque al ser gestante estoy entre los de riesgo y me visitan, orientan, incluso sábados y domingos; ellas permanecen, son guardianes de nuestra salud y bienestar”.

Las experiencias y logros del equipo del consultorio 18 del policlínico dos Ángel Ortiz Vázquez, patentizados en la seguridad de Marbelis y de la madre de Danna Paola, acentúan la consolidación del programa del médico y enfermera de la familia como piedra angular del desarrollo de la salud pública cubana en virtud del pueblo.