En el aniversario 58 de la realización del primer trabajo voluntario en Cuba, convocado por el Che, publicamos la entrevista a Ramón Sánchez Parra, quien con apenas 22 años, retrató al Che para la historia.
Mi primer trabajo voluntario fue junto al Che
Casi seis décadas han transcurrido de la movilización del pueblo cubano al primer trabajo voluntario efectuado un domingo 22 de noviembre del año 1959, que tuvo como escenario el Caney de las Mercedes, poblado perteneciente al municipio granmense de Bartolomé Masó.
Cientos de manzanilleros y cubanos en general se reclutaron para esta tarea convocada y dirigida por la Revolución de la cual estaba al mando el Guerrillero heroico el Comandante Ernesto Che Guevara de la Serna quien con su disposición y entusiasmo guiaba las actividades a desarrollarse allí. Entre los voluntarios que despuntaron está Ramón Sánchez Parra, periodista de reconocida trayectoria que compartió mano a mano las labores con el Che.
“Recuerdo que eran los primeros días del triunfo de la Revolución. Estas jornadas de trabajo fueron convocadas por el Che Guevara y Walfrido La O. A esto respondieron miles de manzanilleros. Todos los días por la mañana bien temprano nos dábamos cita en el parque central Carlos Manuel de Céspedes y de ahí salíamos en caravanas, las que estaban integradas por zapateros y trabajadores en general”.
Este hombre sencillo pero de una entereza admirable compartió sus primeros momentos en las jornadas voluntarias con el máximo dirigente del que le quedó impregnada su voluntad y dinamismo.
“Tuve la suerte de pertenecer al grupo que se quedó a trabajar allí de forma permanente, y en ese momento el Che se monta en un camión parqueado en el lugar junto a varios oficiales y comienza a hablar a los congregados. Yo portaba una cámara y le tiro la única foto que en la actualidad existe de ese momento. Me sentí muy satisfecho de haber tomado la instantánea y que posteriormente perdurara para la historia de la Revolución cubana”.
“Mas tarde el Comandante nos invita a trabajar a las canteras. Como siempre él tomando la iniciativa, se quita la camisa y comienza a picar piedras para la obra que se construía allí que era la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos, que iba a dar escuela a más de 20 mil niños que hasta el momento algunos no conocían ni lo que era la luz eléctrica, llegaría para ellos los primeros beneficios del proceso revolucionario”.
Muchos años han pasado desde este primer trabajo voluntario, hoy se convocan a los mismos con igual ímpetu y fuerza y Sánchez Parra siempre mantendrá su convicción de aquellos tiempos.
“Estoy muy orgulloso de haber contribuido a construir las escuelas de los que hoy son profesionales que nos representan en diversas latitudes. Creo que el trabajo voluntario bien aprovechado y el momento necesario es lo más productivo que hemos podido hacer, mas cuando hoy la Revolución necesita de todos nosotros, de la fuerza joven sobre todos y de quienes quieran mantener las conquistas alcanzadas hasta hoy con esfuerzo y sudor de muchos cubanos”
El mensaje de este señor cargado de experiencias lo hace llegar a los más jóvenes para que sigan el ejemplo de quienes un día apoyaron con los ojos cerrados el proceso que se gestaba y que hoy ha fructificado.