Alejandro Gil, ministro de Economía y Planificación (MEP), expuso este sábado ante los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) los avances del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el año 2030 que -pese a las restricciones- resulta cumplible.
Ante los legisladores reunidos en plenaria en el Palacio de Convenciones de La Habana, el titular destacó la compleja situación nacional e internacional existente, que impacta en el contexto económico del país. En medio de esa situación dijo que se ha avanzado en la elaboración de ese importante documento que traza las líneas fundamentales para el progreso de la nación.
Explicó que a partir del análisis objetivo de las condiciones actuales y del entorno internacional, se consideró una evolución en tres etapas: 2019-2021, 2022-2026 y 2027-2030.
Si bien se continúa trabajando en el diseño del plan de desarrollo 2030, “en este momento la prioridad la focalizamos en la primera etapa, para ello se identificaron seis sectores estratégicos que generen un mayor impacto en la economía y en el cual se concentrarán los recursos, sin desatender el resto de las actividades”, abundó Gil.
El desarrollo de esas ramas proyecta crecimientos en las exportaciones y en la producción nacional, generando divisas y sinergias necesarias con el resto de los actores económicos:
- Turismo: Representa para el desarrollo un potencial de ingresos en divisas, ejerce un efecto de arrastre sobre otras actividades, como la producción de alimentos y las áreas industriales y de servicios. Contribuye a la generación de empleo.
- Industria biotecnológica y farmacéutica: Tiene una significación de primer orden en el desarrollo de tecnologías de avanza y conexiones con modernos paradigmas tecnológicos. Amplias posibilidades para comercializar nuevos productos y diversificar los mercados.
- Electroenergético: Es un soporte para la vitalidad del funcionamiento de la economía y la población. Fuentes renovables de energía.
- Alimento: Desempeña un papel fundamental en la alimentación y salud de la población, en la seguridad alimentaria y en la seguridad nacional.
- Servicios profesionales en el exterior: Las modalidades prestadas en los ámbitos de la salud, educación, cultura, deporte, constituyen un fundamento para asignar a esta actividad la capacidad para continuar incrementando los ingresos al país. Se pudiera situar entre los rubros exportables de más altos ingresos.
- Construcción: Significativo para asegurar la infraestructura del país.
El incremento de las exportaciones de esas actividades representa más del 90% de los aumentos totales previstos en 2030. Los valores más significativos se concentran en los sectores del turismo, el médico-farmacéutico, agroindustrial y alimentario. En tanto, son las responsables del incremento del 65% en la sustitución de importaciones proyectadas, fundamentalmente por el impacto de las ramas energética y alimentaria.
En cuanto a la infraestructura, Gil precisó el enfoque en las telecomunicaciones e informáticas, transporte y logística, y redes sanitarias e hidráulicas, con el objetivo de acortar las brechas y superar el nivel de descapitalización. Además, por su impacto de cara a la población y al sector productivo.
Tales prioridades encuentran respuesta también en la propia dinámica demográfica que implica una reducción de la cantidad de personas en el empleo, de ahí que se requiere un mayor impacto de las tecnologías
(Noticia en construcción)