Manzanillo. Abril 13.- El pasado 10 de abril los cubanos vivimos otra histórica jornada para nuestro país en defensa de nuestras conquistas, cuando se proclamó oficialmente la nueva Constitución de la República de Cuba, aprobada en referendo popular el 24 de febrero.
Sin lugar a dudas la declaración de nuestra Ley de leyes fue un momento profundamente patriótico y emotivo al escuchar las palabras del General de Ejército Raúl Castro Ruz, como mismo lo hiciera hace 43 años en su discurso de proclamación de la anterior Constitución. En esta oportunidad el Primer Secretario el Partido Comunista de Cuba (PCC) nos dejó claro que esta Constitución “garantiza la continuidad de la Revolución y la irrevocabilidad de nuestro socialismo”.
En Manzanillo, tierra por donde comenzaron las guerras por la independencia de esta isla antillana, la juventud se compromete a defender los valores de nuestra constitución, que tuvo sus génesis hace 150 años con la carta magna aprobada en Guáimaro. Convencidos de que este documento es el legado para las nuevas generaciones algunos conversaron con nuestra redacción digital.
“Los jóvenes ratificamos nuestro compromiso basado en el respeto de nuestra Ley de leyes, y creo que es importante reconocer la proclamación de nuestra Constitución porque en ella nos vemos identificados como ciudadanos, con todos nuestros intereses y particularidades”, dice Reynaldo Fernández Rivero.
“Yo creo que es importante reconocerla además porque nos caracteriza e identifica, y porque en la actualidad seguimos manteniéndola de una manera diferente pero con la misma esencia, con los valores patrióticos y sinceros que nos representa como cubanos”, agregó Fernández Rivero.
“Y esta Carta Magna que nosotros aprobamos también con nuestros votos en el referendo tiene una vigencia total a 150 años, pues en ella se recoge el mismo concepto, la misma esencia pero de una manera actualizada a los cubanos de hoy”, expresó Reynier Beltrán Sánchez.
Laura Torres Frías dijo que “en 150 años que tiene nuestra Constitución nos vemos reflejados todos, porque es la vigencia real de todos los valores que nos caracteriza, recoge nuestros deberes y derechos, así como el modo en que debemos comportarnos cada ciudadano”.
La nueva Carta Magna es continuidad de la de Guáimaro, y desde esta región oriental donde se forjaron nuestros ideales, seguiremos defendiendo la Constitución para avanzar en una República con todos y para el bien de todos.