Pedro Figueredo en su bicentenario

El 18 de febrero de 1818 nació en Bayamo Pedro Felipe Figueredo Cisneros, hijo de D. Ángel Figueredo y Pavón y de Doña Eulalia Cisneros. Cuando se menciona a Perucho, como lo llamaban sus amigos más cercanos, lo imaginamos sentado sobre la cabalgadura de su caballo Pajarito escribiendo, en la plaza de la parroquial mayor de Bayamo el 20 de octubre de 1868, la letra de La Bayamesa, Himno patriótico Cubano, devenido en Himno Nacional de Cuba.

La formación de Perucho se inicia en su villa natal y se completó, en la Habana, y en España. En la capital de la Isla estudió en el colegio Carraguao, donde se nucleaban importantes intelectuales bajo las enseñanzas de José de la Luz y Caballero; en la metrópoli se gradúa de abogado.

En 1842 regresa a Bayamo y contrae matrimonio con Isabel Vázquez y Moreno, de cuya unión procrean once hijos.

En su ciudad natal trabaja en favor del crecimiento cultural, funda la Sociedad la Filarmónica, escribe artículos, los que publica en la prensa interna y foránea, y monta obras de teatro. Su imagen de hombre ilustrado se esparce.

En 1852 las autoridades españolas lo mandan a vigilar por sospechoso de infidelidad al gobierno, por esta causa debe abandonar Bayamo en 1854. Se establece en la capital de la Isla y en 1857 adquiere en copropiedad con José Quintín Suzarte y Domingo Guillermo de Arozarena el periódico El Correo de la Tarde; colabora activamente en La Piragua.

Nuevamente en su ciudad natal reconstruye el ingenio Las Mangas, el primero movido por máquina de vapor en Bayamo y participa en diversos proyectos, como el trazado de un ferrocarril entre su ciudad y Santiago de Cuba.

En 1867 los bayameses se preparaban para la guerra independentista. Se funda el Comité Revolucionario integrado por Francisco Vicente Aguilera, Francisco Maceo Osorio y Pedro Figueredo Cisneros. El 10 de octubre de 1868, Carlos Manuel de Cés­pedes se alza en el ingenio Demajagua, en la jurisdicción de Manzanillo, y el 17 de este mes las tropas insurrectas comenzaban el asedio de Bayamo, la ciudad más importante del valle del Cauto.

En horas de la mañana del 18 de octubre Céspedes invadió la ciudad por la parte sur, mientras que Perucho, lo hace por el norte. Las acciones que desarrolla la división La Bayamesa que dirige influyen decisivamente en la rendición de las tropas españolas el 20 de octubre de 1868.

En diversas naciones la letra del himno se moderniza, porque deja de representar la identidad. El compuesto Pedro Figueredo ha sobrevivido a diferentes regímenes sociales, diversas situaciones históricas e innumerables generaciones de cubanos, porque es una obra acabada.

Esta marcha, no será escrita a plumazo, en pocas horas, en una noche, o en medio de una multitud enardecedora y estentórea, como comúnmente se ha divulgado. Perucho inició su elaboración en agosto de 1867 y debió emborronar muchas cuartillas antes de entregar la versión definitiva a Manuel Muñoz en mayo de 1868 para que la instrumentara e interpretara.

En la constituyente de Guáimaro es ascendido a Mayor General del Ejército Libertador y es designado Sub-Secretario de la Guerra. En 1870 es capturado enfermo por tropas españolas en la zona de Jobabo y es conducido a Santiago de Cuba, donde es condenado a muerte por fusilamiento.

Perucho fue un hombre de cultura universal, cuando iba a ser conducido al cadalso no podía caminar porque tenía los pies ulcerados y pidió un coche. Sus verdugos se mofaron y señalaron que le traerían un asno; imponente y lacónico, respondió, que no sería el primer redentor que lo haría. Se cuenta que antes de recibir las descargas que segarían su vida, exclamó: “morir por la patria es vivir”.

A Pedro Felipe Figueredo Cisneros lo debemos recordar en su Bicentenario como un hombre que dejó una impronta positiva en la cultura cubana. En 1835 su padre se vanaglorió de haberlo criado en el amor al monarca y al régimen, pero él se convertirá en uno de los principales representantes del pensamiento independentista cubano.

En la Plaza del Himno en Bayamo. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

Monumento a Perucho Figueredo en Bayamo. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

Perucho Figueredo, autor del Himno Nacional de Cuba y uno de los inciadores de nuestras luchas por la independencia. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

La Casa Natal de Perucho Figueredo, al fondo en azul. Hoy Oficina de Correos de Cuba.Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

Casa Natal de Perucho Figueredo en Bayamo.Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

Un homenaje a Perucho Figueredo

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