Pese a las dificultades ¡Patria o Muerte!

Foto Marlene Herrera

Los cubanos de hoy enfrentan disímiles dificultades ante la actual situación económica que presenta el país, muchas son las carencias que se enfrentan a diario, el combustible que afecta el trasporte y la escasez de algunos productos de primera necesidad, por mencionar algunas.

Pese a los obstáculos que viven los habitantes de la mayor de las Antillas, no claudican, ni seden ante las agresiones que el enemigo del norte gesta para derrocar la Revolución cubana.

Los tiempos que vivimos son hermosos, disfrutamos de las bondades de nuestra sociedad socialista, justa y soberana, donde el bienestar de las personas es lo más importante, por eso no renunciamos, seguimos defendiendo nuestro terruño y apoyando las decisiones de nuestros gobernantes.

Cuando el invicto Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz sentenció en el sepelio de las víctimas de la explosión del vapor la Coubre ¡Patria o Muerte! dejó claro que cada palmo de esta isla es y será de los cubanos; desde aquel lamentable y doloroso marzo de 1960 es nuestra consigna de resistencia y convicción revolucionaria.

Tres palabras que estremecen las entrañas de todo el que siente amor por su pedacito de suelo patrio, que convocan a resistir y vencer en todo momento, no importa la circunstancia, por difícil que sea la situación, tenemos la seguridad y la plena convicción que saldremos victoriosos.

En estos días hacemos nuestras esas palabras de lucha y las convertimos en consigna para escalar y alcanzar grandes retos, caminar con la frente en alto llenos de optimismo y esperanza que un mundo mejor es posible.

La historia quiso que la significación de este día fuera aun mayor y cerró los ojos a esta vida y pasó a la inmortalidad al mejor amigo de Cuba, Hugo Chávez Frías, quien en sus años de lucha hizo suyas esas palabras y llevó adelante una trasformación al socialismo de su querida Venezuela.

¡Patria o Muerte! es más que palabras o consigna, es la seguridad que si resistimos y nos enfocamos en lo correcto y ponemos en las manos correctas nuestras esperanzas, seguro que ¡Venceremos!