Manzanillo. Diciembre 18.- En la Empresa de Medios de Enseñanza de esta ciudad se garantiza un correcto manejo de los residuales salidos de la producción de esta fábrica, lo que favorece al cuidado y preservación del medio ambiente.
Aquí se obtienen los instrumentos y utensilios necesarios para garantizar los procesos educativos en Cuba, fundamentalmente los muebles escolares, las producciones plásticas, lápices, así como los medios gastables, la plastilina y la goma de pegar. Del proceso de fabricación se generan desechos sólidos y líquidos que son muy conservados y atendidos para proteger al entorno y evitar otras consecuencias que puedan afectar la salud de la población.
Así lo asegura el ingeniero Eddy Marcell Fonseca Cabrales, director técnico y de calidad de la empresa. «Nuestro centro está en perfeccionamiento empresarial desde el 2007 y a partir de ahí tiene definido un sistema de gestión ambiental por las normas ISO del grupo de las 14 Mil, que se monitorea a través de nuestros contratos con terceros como Geocuba, y el Instituo Jorge Dimitrov, entre otros, para atender la gestión de los desechos, tanto líquidos como sólidos con lo que se legisla por estas normas y el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).
Los residuos líquidos de la fábrica son generalmente aguas albañales comunes del proceso normal de la fábrica y de los talleres de producción. En las áreas fundamentales tanto la cocina, y los locales del transporte, donde se maneja bastante grasas en los procesos, contamos con las trampas destinadas a estos fluidos en los sistemas de desagüe.
Al final de la línea antes del vertido al canal normal del afluente de desechos se trabaja en nuestra planta de tratamiento de aguas albañales, la cual es filtrada por un proceso aeróbico normal, tiene los canales que por reboso va trabajando, lo que garantiza que no se vierta al medio ambiente ningún contaminante que pueda perjudicar al final a nuestro golfo, que es lo que se protege y el CITMA lo tiene como un punto vulnerable en Manzanillo.
El agua del albañal se minitorea dos veces al año antes de verterla y se comprueban los parámetros, acción que realizamos con terceras empresas que nos contratan sus laboratorios y nos miden el estado de estos líquidos», dijo Eddy.
El licenciado Arbel Noguera Fuoman, especialista del departamento técnico que atiende la especialidad del medio ambiente dijo que «nuestra fábrica genera los desechos comunes, los cuales se colectan y una vez por semana con los medios propios se trasladan y depositan en el vertedero municipal.
Para el tratamiento de los desechos peligrosos acumulamos los tubos de las lámparas fundidas por departamentos y se mantienen guardados hasta que el CITMA decida que hacer con ellos.
También se recuperan los trapos y estopas de los desechos de la producción y los mantenimientos, los cuáles se tienen en lugares por clasificación y una vez al año se convenia con la fábrica Manuel Fajardo Rivero para quemarlos en sus hornos.
Así como en la parte de los aceites quemados o usados, se recuperan y se van agrupando en un depósito, una vez que se llegue a un nivel determinado se convenia con la empresa de Cuba Petróleo (Cupet) y se entrega a Bayamo para su reciclaje.
En la empresa existe un sistema donde todos los trabajadores tienen conocimientos de todas nuestras acciones en función de cuidar el medio ambiente, y de todos los procedimientos existentes y aprobados que exigen el CITMA y las organizaciones que controlan el medio ambiente.
También se establecen convenios con algunos centros de investigación, en estos momentos se está realizando el dictamen y la actualización del sistema del medio ambiente con el Instituto de investigaciones Jorge Dimitrov, y esta es una tarea que los trabajadores tienen plena claridad y control de lo que se debe hacer en cada momento», concluyó Noguera Fuoman.