Manzanillo. Octubre 3.- Uno de los puntales y baluartes de la Revolución cubana desde sus inicios ha sido la atención médica gratuita para todos por igual, sin importar la raza, clase o posición social.
La atención estomatológica cobra por estos días especial atención, debido a la pandemia provocada por la COVID- 19, pues son estos profesionales los que trabajan directo en la boca del paciente, una de las formas de transmisión de este virus que cobra la vida de miles de personas por todo el mundo.
Para la doctora Dania Isabel Rodríguez, especialista en Estomatología General Integral (EGI), su trabajo en la clínica estomatologíca de esta ciudad, cada día es un nuevo desafío, una nueva pasión hacia su amada profesión; “decidí ser estomatóloga porque es un trabajo de muchos detalles y precisión, siempre me han apasionado los retos y cada paciente es eso, un reto, como en medicina dos más dos no es cuatro, cada persona tiene su peculiaridad y hay que tener un trato diferente con cada uno”.
Ella se dice enamorada de lo que hace, es amante de los niños y adora trabajar con ellos a pesar de ser una situación compleja, por los temores propios que a esa edad se siente a la llamada “maquinita” y su sonido; “es bien lindo ver como llegan atemorizados y con un trato amable y de confianza van perdiendo ese miedo a lo desconocido, cuando le hablas y les inspiras seguridad, ellos se sienten más seguros y se trabaja en muchas ocasiones mejor que con las personas adultas; yo me río con ellos, le hago cuentos y les doy un nombre de fantasía a cada instrumento que utilizo en el tratamiento. Me ha sucedido que me he quedado sin ideas para el cuento y es el niño el que lo termina, – sonríe- muy simpático”.
¿Cuál es el momento más difícil de tu trabajo?
“Bueno, cada paciente como te dije anteriormente tiene su peculiaridad, es importante saber cuáles son sus padecimientos para poder aplicar un correcto procedimiento y que no existan complicaciones; es bien difícil tratar a una persona que en la encuesta que se hace previa al proceder no de datos verídicos, eso atenta contra su propia salud y va en detrimento de ella misma, una complicación es algo que nos asusta, pues, a pesar de estar trabajando en la dentadura o la boca del paciente tenemos su vida en nuestras manos, y es bien tenso cuando ocurre algo imprevisto, ya sea por negligencia nuestra, que puede suceder, o por una mala información del propio paciente” .
¿Has sentido temor ante la actual situación epidemiológica que se enfrenta por la COVID-19?
“No se puede negar que al principio sí, sentí miedo porque es una enfermedad nueva, de la que apenas se conocía nada, y aún están estudiándola, pero me gustan los retos, además es muy sencillo prevenirla , es solo tomar todas las precauciones y cumplir con lo que está establecido, usar todos los medios de protección que se orientan, tener una adecuada higiene y tratar a cada paciente como si fuera positivo a este virus, eso te ayuda a tener mayor cuidado, no solo por nuestra salud sino para evitar que al que atiendes después pudiera ser contagiado; es bien importante tener en cuenta todo lo que se dictamina por el ministerio y la organización mundial de la salud “.
Esta joven especialista tiene ya en sus más de siete años de trabajo, una misión internacionalista a la hermana República Bolivariana de Venezuela, aspira a lograr mucha más cosas en su vida profesional, “tengo como todo el mundo sueños y anhelos que espero poder alcanzar antes de terminar mi vida activa en la estomatología; quiero seguir superándome y hacer otra especialidad, además aspiro poder ayudar a otros pueblos necesitados y prestar mi ayuda solidaria en el sitio donde se me necesite, me debo a esta Revolución que me ha dado la oportunidad de realizarme profesionalmente y de crecer como persona cada día en mi trabajo, de ver resumido todo en una linda sonrisa”, concluyó.