Primera vez de unos históricos compases

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Manzanillo, Junio 11. – Los cubanos veneramos con profundo sentido del patriotismo los históricos compases de aquel himno de combate escuchado por vez primera un día como hoy, hace 153 años.

El acontecimiento histórico tuvo su génesis cuando en 1867 en reunión del Comité Revolucionario de Bayamo, en la casa del abogado Pedro Figueredo, se le sugirió a éste que compusiese nuestra Marsellesa.

Fue así que en la madrugada del 14 de agosto de ese mismo año el revolucionario bayamés escribió la melodía del que llegaría a ser nuestro Himno Nacional.

Luego, en mayo de 1868, Perucho Figueredo le solicita al músico bayamés Manuel Muñoz Cedeño la orquestación de aquella marcha, canto glorioso de guerra y de victoria que debía convocar al combate y exaltar el sentimiento independentista.

La historia explica que el reconocido patriota en conversación con el padre José Batista interpreta la marcha en la misa por las festividades del Corpus Christie donde estaba presente el gobernador español, Julián Udaeta, el 11 de junio de 1867, en la Iglesia Mayor de Bayamo.

Así, se escucharon por vez primera de forma pública las notas de este himno, al que Perucho Figueredo incorporara 14 meses más tarde, la letra.

Hoy, el Himno de Bayamo reconocido oficialmente como uno de los tres símbolos nacionales de Cuba continúa siendo una marcha que estremece a cada cubano que lo canta por el significado que archivan sus estrofas.

Y es que aquella música escuchada por primera vez en 1867 adquiere mayor actualidad cada día en la decisión de los cubanos de que: Morir por la Patria, es vivir. 

Al combate corred, bayameses,
que la patria os contempla orgullosa.
No temáis una muerte gloriosa,
que morir por la Patria es vivir.

En cadenas vivir, es vivir
en afrenta y oprobio sumido.
Del clarín escuchad el sonido.
¡A las armas valientes corred!