El ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu, anunció el inicio de la formación de un contingente militar permanente en Siria, en la base aérea de Jmeimm y la naval de Tartus.
La semana pasada, nuestro comandante en jefe, Vladimir Putin, ratificó la estructura y composición en los principales puntos de basificación en Tartus y Jmeimim, declaró Shoigu, en referencia a los centros que, según un acuerdo pactado con Damasco, pasaron bajo control ruso.
El titular de Defensa agradeció la operatividad del Consejo de la Federación (senado ruso), que ratificó el arreglo para la ampliación de las instalaciones en el puerto de Tartus para convertirlo en una verdadera base naval al servicio de la Armada rusa.
La avenencia incluye las regulaciones para la actividad del personal en Tartus, la entrada y salida de buques a esa instalación, incluido el número y propiedades de las embarcaciones, así como el estatus de inmunidad de los militares rusos en territorio sirio.
Aunque Putin anunció recientemente la salida de Siria de la mayor parte del contingente ruso, aclaró que su país mantendría operativas las bases de Jmeimim y Tartus.
De acuerdo con el ministerio de Defensa, un total de 48 mil uniformados rusos de la aviación, la marina y el ejército participaron en algún momento en el conflicto sirio en los últimos dos años, con el propósito de eliminar a formaciones terroristas.
Entre un 80 y un 90 por ciento de los pilotos de la fuerza aérea rusa tuvo su bautizo de fuego en la confrontación siria, donde se emplearon los más modernos aparatos aéreos como los cazas SU-35, los cazabombarderos SU-34 y helicópteros de visión nocturna, entre otros.
Damasco solicitó a Moscú apoyar con su aviación aérea la lucha contra grupos extremistas a partir de septiembre de 2015, casi un año y medio después de iniciar una coalición dirigida por Estados Unidos bombardeos en Siria, con el anunciado propósito de combatir a los terroristas.
(Con información de Prensa Latina)