Rusia declaró hoy a 20 empleados de la embajada checa en Moscú personas non grata y les ordenó abandonar el país mañana, en respuesta a la expulsión de 18 diplomáticos rusos de Praga.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia informó en un comunicado que al embajador checo en esta capital, Vitezslav Pivonka, se le comunicó la protesta por el “acto hostil” contra el personal de su misión diplomática en ese país centroeuropeo.
El gobierno de Praga acusó a los 18 empleados de la misión diplomática rusa en esa nación de ser parte de los servicios de inteligencia de su país y de estar involucrados en la explosión de 2014 en los almacenes militares de la aldea de Vrbetice.
Subrayó que esta acción es parte de una serie de acciones antirrusas
tomadas por la República Checa en los últimos años y evidencia “un esfuerzo
por complacer a Estados Unidos en el contexto de sus recientes sanciones
contra Rusia”.
Las afirmaciones de Praga sobre la involucración de los servicios de inteligencia rusos en las explosiones en los depósitos militares de 2014 en la localidad de Vrbetice son “pretextos infundados y descabellados”, afirmó el ministerio en un comunicado, agregando que “previamente las autoridades checas atribuían la responsabilidad por las explosiones a las empresas que poseen estos depósitos”.
“También es imposible no ver la huella estadounidense”, indicaron desde la Cancillería rusa. “En su esfuerzo por complacer a Estados Unidos en el contexto de las recientes sanciones estadounidenses contra Rusia, las autoridades checas han superado incluso a sus amos de ultramar en ese aspecto”, señalaron.
Al manifestar su protesta “enérgica” ante Praga, Moscú aseveró que va a tomar contramedidas “que harán que los autores de esta provocación se den cuenta de toda la responsabilidad que llevan por la destrucción de las bases del desarrollo normal de las relaciones” entre los dos países.