La Duma Estatal (Cámara Baja) de Rusia adoptó hoy un llamamiento a la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre la necesidad de eliminar el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.
La declaración advirtió que el próximo 23 de junio, la Asamblea General de la ONU considerará el proyecto de resolución titulado ‘Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba’.
El comunicado señaló que la Duma Estatal reafirma ‘su postura inmutable de condena a la política de sanciones anticubana’, aplicada por Washington contra la isla durante 60 años.
Recordó que en otoño de 2019, 187 Estados miembros de la ONU pidieron nuevamente el fin del bloqueo a Cuba.
Sin embargo, ‘una vez más, Washington ignoró el llamamiento, demostrando una línea destructiva en los asuntos internacionales’, dijo Dmitri Novikov, primer vicepresidente del Comité de Relaciones Internacionales de la Duma Estatal, durante la aprobación del documento.
La declaración denunció que las medidas de Estados Unidos abarcan muchos ámbitos de la vida de la población cubana y afectan el desarrollo económico y social de la isla.
‘Se están vulnerando los derechos e intereses de los ciudadanos cubanos, en particular, se les cierra la oportunidad de recibir medicamentos y productos vitales’, declaró el documento.
Expresó que en estos momentos, en medio de las difíciles circunstancias provocadas por la pandemia de Covid-19, el bloqueo a Cuba constituye ‘una barbarie extrema’.
Los parlamentarios manifestaron que las actuales restricciones hacia la nación antillana afectan no solo a las personas, sino también al comercio internacional.
‘Los diputados de la Duma Estatal apoyan la reanudación de un diálogo constructivo y mutuamente respetuoso entre Washington y La Habana, para el fin inmediato e incondicional de cualquier forma de presión y piden la normalización lo antes posible de las relaciones entre los dos Estados vecinos’, indicó el comunicado.
Además, llamaron a la ONU a elaborar medidas concretas y llevar a cabo acciones prácticas con el objetivo de acabar con la política discriminatoria de Washington hacia un Estado soberano.