Con casi cinco décadas de vida sacerdotal, el religioso solicitó el cese de la Ley Magnitsky y la conocida Nica Act, que atenta directamente el desarrollo económico del país al poder Estados Unidos vetar el acceso a préstamos provenientes de organismos financieros internacionales.
Párroco de la iglesia La Merced, en un humilde barrio de Managua, Castro se refirió también a la necesidad de paz para que Nicaragua deje atrás las diferencias resultantes de la intentona golpista de abril de 2018.
‘Queremos la paz, la paz no es la ausencia de la guerra, la paz es el fruto del desarrollo, del crecimiento, del progreso, de la vida, del amor. La paz la tenemos que construir todos los días, cada uno de nosotros’, dijo el sacerdote católico en el acto que celebró los 40 años del triunfo de la Revolución Popular Sandinista.
Señaló que el hecho marcó la derrota definitiva de la tiranía somocista, también el inicio de una nueva sociedad, una nueva Nicaragua.
La familia Somoza gobernó con mano al país centroamericano por más de cuatro décadas, de ahí el valor simbólico que para gran parte de la población nicaragüense tiene celebrar cada aniversario de la llegada del sandinismo al poder el 19 de julio de 1979.
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