Brasilia, 28 oct (Prensa Latina) Una fuerte sequía afecta hoy a los 62 municipios del norteño estado brasileño de Amazonas, donde 60 se encuentran en situación de emergencia, revela un boletín publicado por la Defensa Civil.
Citado por la estatal Agencia Brasil, el reporte precisa que los distritos Presidente Figueiredo y Apuí, antes en situación de normalidad, ahora permanecen en estado de atención y, hasta la fecha, 608 mil personas y 152 mil familias están afectadas por la sequía.
De acuerdo con el boletín, en el período de enero hasta el 25 de octubre se registraron 18 mil 170 focos de calor en la división territorial, de los cuales 2,5 mil en la región metropolitana de Manaos, capital estadual.
Solo en octubre fueron tres mil 368 focos de calor, más del doble de la misma etapa del año pasado, cuando se registraron mil 335.
La Defensa Civil también indicó que en el período comprendido entre 12 de julio y 25 de octubre, el Cuerpo de Bomberos combatió dos mil 482 incendios, de los cuales 710 en Manaos y mil 772 en el interior del estado.
En Manaos, la sequía es la peor registrada en 121 años y la elevación del Río Negro se mantuvo este viernes en 12,7 metros, la más baja jamás registrada desde 1902, cuando se iniciaron las mediciones del caudal en el afluente.
La marca más alta medida fue de 30,02 metros el 16 de junio de 2021.
Tal escenario ocurre en el momento en que se intensifica el fenómeno El Niño, caracterizado por el debilitamiento de los vientos alisios (que soplan de este a oeste) y por el calentamiento anormal de las aguas superficiales de la porción oriental de la región ecuatorial del océano Pacífico.
Según la fuente, estos cambios en la interacción entre la superficie oceánica y la atmósfera baja ocurren en intervalos de tiempo que varían entre tres y siete años, y tienen consecuencias en el clima en diferentes partes del planeta.
Lo anterior se debe a que la dinámica de las masas de aire en el océano Pacífico adopta nuevos patrones de transporte de humedad, que afectan la temperatura y la distribución de las lluvias.
Por la sequía del río Madeira, que alimenta la represa en la Amazonia, las operaciones de la hidroeléctrica Santo Antonio, cuarta mayor de generación de energía en Brasil, quedaron suspendidas el 2 de octubre.
La medida fue anunciada por Santo Antonio Energía, operador de la unidad que lleva el nombre de la empresa.
Esa hidroeléctrica abastece varias regiones del país. Con 50 turbinas, tiene una potencia instalada de 3.568 megavatios.
Santo Antonio alegó que la interrupción buscó «preservar la integridad de las unidades generadoras de la hidroeléctrica», pues la cantidad de agua era muy poca para el funcionamiento de las turbinas.