De acuerdo con el jefe de la Cruz Roja de Corea del Sur, Park Kyung-seo, ambas partes han decidido discutir la fecha exacta y otros detalles en diálogos a nivel de trabajo.
El próximo evento de reuniones tendrá un tamaño similar al de esta ocasión y posiblemente ocurrirá a finales de octubre o después, teniendo en consideración el clima y varios otros factores, dijo el funcionario surcoreano.
Park enfatizó en la importancia de mantener este tipo de encuentros durante 2018 ya que de tres mil a cuatro mil miembros de familias separadas fallecen cada año, y por lo tanto, se hará difícil mantener las reuniones en la próxima década.
Cerca de 600 surcoreanos han participado en dos rondas de reuniones familiares esta semana en la instalaciones del Monte Kumgang, de ellos, 326 regresan este domingo a territorio surcoreano.
Seúl y Pyongyang no organizaban una reunión de este tipo desde octubre de 2015 y en este año se incorporó por primera vez la modalidad de encuentros privados entre los familiares.
El evento está entre las medidas de acercamiento intercoreano plasmadas en la Declaración de Panmunjom, firmada por los líderes de Corea del Sur, Moon Jae-In y de RPDC, Kim Jong-Un el 27 de abril pasado.
Desde el año 2000, ambas naciones han organizado 21 rondas de reuniones de familias separadas, sin embargo, todavía se estima que existen unas 57 mil personas, la mayoría de edad muy avanzada, que esperan encontrarse con sus parientes.
Corea del Sur y RPDC permanecen técnicamente en guerra porque al término del conflicto bélico en 1953 se firmó un armisticio y no un tratado de paz permanente.
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