
Silvia María Arissó Estrada es más que una simple directora de escuela; es un faro de conocimiento y un ejemplo de dedicación para toda la comunidad de Manzanillo. Ha llevado consigo desde pequeña la pasión por enseñar y la convicción de que la educación es la llave que abre puertas hacia un futuro mejor.
Tras graduarse en 1988, en la Universidad de Oriente en Marxismo-Leninismo, regresó a su querido Manzanillo para dedicarse a la enseñanza como profesora de Marxismo.
«Desde entonces me picó el bichito de la educación, de enseñar y fue cuando acertadamente, comencé a trabajar en la Secundaria Básica Bartolomé Masó en Fundamentos de los conocimientos políticos, me desempeñé varios años como profesora, luego como Guía Base, hasta llegar al cargo de Directora», comenta con entusiasmo.
Silvia ha sabido transformar la escuela en un espacio donde cada estudiante se siente valorado y motivado al alcanzar su máximo potencial. Su liderazgo se caracteriza por una combinación única de calidez, firmeza y visión de futuro.

Uno de los rasgos más distintivos de Silvia es su capacidad para conectar con las personas. Siempre tiene una sonrisa y una palabra amable para todos, desde los estudiantes hasta los padres y el personal docente. Su oficina es un espacio abierto donde cualquiera puede sentirse cómodo para compartir sus inquietudes o ideas. Esta cercanía ha creado un ambiente de confianza mutua que ha fortalecido la comunidad escolar.
«Mi mayor logro en estos 24 años como directora, han sido todos los resultados que he obtenido en mi vida laboral, que son los resultados en los concursos de conocimiento, el aprendizaje de los alumnos, la continuidad de estudios cuando egresan los estudiantes de Noveno Grado, que no hubieran sido posible sin mis compañeros de trabajo», asegura con emoción.
Aunque los años pasan, la pasión de Silvia por la educación sigue intacta. Su legado continúa creciendo a través de los estudiantes que ha formado, quienes ahora son profesores, líderes comunitarios y ciudadanos ejemplares. Estamos seguros de que seguirá inspirando a nuevas generaciones y dejando un mundo mejor para todos.
«La educación es la herramienta más poderosa para transformar la sociedad, por nuestras manos salen todos los profesionales y técnicos, somos los encargados del futuro del país. Dedicarse a la educación gratificante que puede existir porque deja huellas palpables», expresó.