Un hogar familiar para crecer sano y feliz (+Fotos)

Un Hogar que desborda amor // Foto cortesía de la dirección del Hogar de Niños sin amparo familiar

Manzanillo, Mayo 14. Luis Alberto Rosabal Pérez, es un pequeño de 11 años que nunca pensó encontrar un nuevo hogar, tener tantos hermanos y una familia muy amorosa y dedicada a la atención exclusiva de todas sus necesidades.
Junto a Maikol Kevin, Hairo y Meilan, sus hermanos biológicos, vive en el único Hogar para niños sin amparo filiar de esta ciudad, tiene buen resguardo y sobre todo el cariño y la educación que un infante necesita para su sano desarrollo.

Luis Alberto Rosabal Pérez // Foto Marlene Herrera
Luis Alberto Rosabal Pérez // Foto Marlene Herrera

Luis Alberto, es muy versátil, le gusta la pintura pero aún más el baile, aptitudes que aprovecha en este tiempo donde se hace necesario el distanciamiento social como medida preventiva por el azote del nuevo coronavirus; él regala de sus dones a otros 12 niños que pernoctan en esta institución educativa.
Lourdes Vega Hernández, directora del hogar, comenta que “contamos con una capacidad en la casa para unos 15 niños, actualmente tenemos 14, seis hembras y ocho varones, que atendemos unos 27 trabajadores, nosotros velamos por el cumplimiento de los diferentes procesos , tiene un horario de vida establecido, donde se distribuye el tiempo de forma tal que no le afecte uno al otro, tiene su espacio para la alimentación, para la visualización de las teleclases, su horario de sueño así como de juego y recreación”.
Ternura y comprensión se desborda en este sitio donde pudiera en algún corazoncito faltar, pero “mami”, como la llaman los pequeños, siempre está atenta a todo, no descuida ni un solo detalle, “llevo cuatro años aquí, ellos son mis hijos, y de todos los que trabajamos en esta institución, por eso cuidamos que estén siempre bien, sus problemas son nuestros problemas; muchos de los que están aquí tiene sus padres recluidos, o tiene trastornos siquiátricos, pero nosotros tratamos que estas dificultades de sus progenitores no les afecte. En este periodo de contingencia epidemiológica tomamos un grupo de medidas para cuidar de ellos, restringimos un grupo de cosas para evitar el contagio”.

Lourdes Vega Hernández, directora del hogar // Foto Marlene Herrera
Lourdes Vega Hernández, directora del hogar // Foto Marlene Herrera
 Mirta Virginia Cabrales Álvarez // Foto Marlene Herrera
Mirta Virginia Cabrales Álvarez // Foto Marlene Herrera

Estos infantes desarrollan su vida como en un hogar común, hacen sus actividades propias de la edad y siempre tienen la supervisión de los tíos y tías que se empeñan en enseñarles labores domésticas a las hembras y de mantenimiento y cultivo a los varones pero también atienden su rendimiento académico y están presentes en la visualización de teleclases y de materiales audiovisuales educativos.
La educación no es lo único por lo que se vela aquí, la salud es también prioridad, razón para que la doctora Mirta Virginia Cabrales Álvarez, fuera orientada por la dirección de salud pública para trabajar en este hogar producto a la situación epidemiológica que presenta actualmente el mundo,” aquí cumplo la función de control y vigilancia de las medidas de higiénico sanitarias de prevención orientadas por el ministerio; tenemos implementado la higienización de todas las superficies con hipoclorito de sodio al 0,5 por ciento y para las manos al 0,1 por ciento , además contamos con el baño podálico en la entrada de la institución para la desinfección del calzado, insistimos en los pequeños en el lavado constante de las manos, que no se deben tocar la nariz, boca y ojos con las manos sin lavar , se tomó como medida el distanciamiento entre ellos a la hora de dormir, alimentarse y de ver televisión, además se les exigía hasta hace unos días el uso del nasobucos dentro de la casa y por orientación de instancias superiores, sólo lo usan en caso de salir de la institución”.
Sin dudas es una responsabilidad única y para este especialista en Medicina General Integran, en sus 34 años de labor es “una linda experiencia en mi vida profesional y personal porque estas son pacientes que no padecen de nada, solo carecen de amor paternal, pero aquí se trata de complementar esa ausencia, es algo muy lindo ver como ellos agradecen todo, con el cuidado y el respeto que se dirigen unos a otros y con todo el mundo, yo me siento privilegiada de poder cuidar de ellos”.
El agradecimiento y la satisfacción de verlos hechos hombres y mujeres de bien es lo que más llena a estos trabajadores, pero para Luis Alberto, el ver cumplido sus sueños está en el empeño que ponga hoy a sus estudios, “las tías nos ayudan mucho cuando tenemos dudas en algo siempre nos aclaran, ven las teleclases con nosotros; ellas nos insisten en el lavado constante de las manos, cuando vamos a comer solo tres nos podemos sentar a la mesa para guardar la distancia, en los cuartos las camas están a dos metros”.

Los niños disponen de computadoras // Foto Marlene Herrera
Los niños disponen de computadoras // Foto Marlene Herrera
Los juegos en estos tiempos se mantenían con las medidas orientadas // Foto cortesía de la dirección del Hogar de Niños sin amparo familiar
Los juegos en estos tiempos se mantenían con las medidas orientadas // Foto cortesía de la dirección del Hogar de Niños sin amparo familiar
Los niños reciben ayuda para continuar el curso a través de las teleclases // Foto cortesía de la dirección del Hogar de Niños sin amparo familiar
Los niños reciben ayuda para continuar el curso a través de las teleclases // Foto cortesía de la dirección del Hogar de Niños sin amparo familiar

La recreación y el esparcimiento también es importante, “tenemos televisor en los cuartos, también computadoras, a mí me gusta mucho jugar, aunque a veces también veo serias animadas, aquí me tratan súper bien, yo estoy muy a gusto aquí, la comida me gusta mucho”.
El arte es una de sus entretenimientos “estoy en un proyecto de baile, cuando todo esto pase yo podré hacer las presentaciones, aunque aquí le enseño a los demás niños a bailar y les muestro lo que sé, pero también les enseño que deben ser educados y nunca faltarle al respeto a los demás, que debemos ser muy obedientes”.

Permanecen 13 niños en el Hogar en estos momentos// Foto Marlene Herrera
Permanecen 13 niños en el Hogar en estos momentos// Foto Marlene Herrera
El Hogar está ubicado en el Reparto Nuevo Manzanillo // Foto Marlene Herrera
El Hogar está ubicado en el Reparto Nuevo Manzanillo // Foto Marlene Herrera

“Me gustaría cuando sea grande ser médico para poder ayudar a las personas y salir de misión para curar a los niños de otros países, y así ganar mi dinero para que nadie me mantenga y ayudar también a mis padres que aunque ahora no están conmigo porque están en otro lugar sé que algún día estarán”.
Un niño muy conversador, inquieto y alegre, su corazón lleno de amor para regalar a pesar de la mala jugada de la vida, hoy sus padres no pueden estar junto a él y sus hermanitos, pero el anhelo de su alma es poder contar con este cariño insustituible que solo llena cuando viene de ellos; pero en este hogar tiene todo lo que necesita para crecer sano y feliz.