Manzanillo. Marzo 30.- En el año del aniversario 60 de la creación de los círculos infantiles una nueva alegría le tomó por sorpresa a la Máster en Ciencias Pedagógicas Miriam Acela Estrada Ballester, una de las especialistas de esta educación en Manzanillo.
Miriam recibió el Premio en Investigación de la educación en Manzanillo este año por su dedicación y logros en esta tarea. El reconocimiento es otro estímulo que distingue la constancia de sus 42 años de labor como educadora, de ellos los últimos 14 han sido entregados por completo al trabajo de la logopedia en el círculo infantil Amiguitos de Camilo.
«Para mí fue un gran regocijo recibir este galardón, pero a la vez es un compromiso para seguir investigando en todos los problemas que se presentan en el centro con el propósito de darles solución, y así elevar la calidad del proceso docente educativo», señaló.
La distinción que la reconoce como una de las más destacadas en el ámbito de la ciencia y la técnica en su sector, le avala la participación con sobresalientes resultados en los diferentes encuentros científicos desde la base y hasta el nivel internacional en representación de los educadores cubanos. «Como por ejemplo en eventos del fórum donde he obtenido varios premios provinciales, en Pedagogía, en citas de Educadores creadores, festivales de clases, entre otros».
Miriam a lo largo de su vida profesional ha obtenido dos títulos universitarios, el primero fue el de la Licenciatura en Biología, y el segundo en la materia de Defectología, y como si fuera poco su maestría la realizó en la especialidad de Educación Especial. Todo esto es muestra de la satisfacción y el regocijo que ella siente por la labor investigativa.
«Es sentirme realizada porque una vez que detectamos el problema, principalmente dirigido al desarrollo de la lengua materna en nuestros niños, que es mi perfil, comienzo el trabajo con los niños para prepararlos a enfrentar el diagnóstico de habilidades y la nueva educación que es la primaria».
-¿Qué representan los niños para Miriam?
– Para mí significa todo, amor, paciencia, dedicación, porque el que no sienta cariño por los niños no puede realizar esta labor, que es sin dudas de infinito amor.
Ahora esta destacada logopeda se siente realizada en la educación de la primera infancia luego de haber brindado sus conocimientos en las diferentes enseñanzas.
«He tenido la posibilidad de transitar por casi todas las educaciones desde la media, la superior, la especial y por esta última en que me encuentro en la actualidad. Aquí me he sentido feliz porque el trabajo con los niños pequeños es muy reconfortante, puedes observar el éxito que han tenido en las diferentes escuelas donde van progresando, y la base de todo eso se logra aquí en los círculos infantiles, desarrollando en ellos hábitos, habilidades, capacidades y todo lo necesario para forjarlos como hombres y mujeres de bien para el mañana».
Muchas son las inspiraciones que Estrada Ballester encuentra a la hora de exponer sus trabajos en cada cita científica. «El objetivo esencial es demostrar a los demás investigadores todo el trabajo que realizamos, como podemos generalizarlos y ponerlos en práctica, no sólo en la primera infancia, sino en otras educaciones no sólo del municipio, también de la provincia, porque con estas investigaciones logramos elevar la calidad del aprendizaje y la educación de los niños, adolescentes y jóvenes», destacó.
Una parte esencial de estos logros científicos de nuestra premiada ha sido la colaboración incondicional de su esposo Leonardo Zamora , otro educador ya jubilado, pero que no puede apartarse del encanto que le brinda el mundo de la investigación y la creación; por eso Miriam no encuentra palabras para agradecérselo.
«Siempre he recibido el apoyo incondicional de Leonardo, él me acompaña como coautor de los trabajos porque siempre me ayuda a confeccionar los medios didácticos, los juegos, las ponencias y está presente en todas mis investigaciones con todo el amor, la paciencia que él tiene hacia mí».
En la trayectoria investigativa de Miriam ha existido también el apoyo de muchos otros compañeros entre ellos sus colegas de trabajo, «ha sido maravilloso esa cooperación de mi consejo de dirección, de mis educadoras, mis maestras, que sin el accionar de ellas el resultado de los estudios científicos no hubiera sido posible».
Al pedirle que resumiera en una frase lo que representaba formalmente que la hayan escogido como la mejor investigadora de este año, no dudó en responder sin pensarlo dos veces, «me siento muy feliz y comprometida».
Por eso Miriam siente la necesidad de dedicar este premio de manera especial a «nuestro Comandante en jefe Fidel Castro Ruz y a Vilma Espín creadores de los círculos infantiles, porque me llegó en un momento especial en que festejamos los 60 años de estas instituciones.
También lo dedico a todos mis compañeros de trabajo, a los niños esencialmente porque todas las investigaciones que he realizado han sido con el objetivo de desarrollar toda su personalidad, cualidades y otros valores».
Para esta mujer que ya sobrepasa los 60 años edad no existe el cansancio, todos los días ella descubre nuevos derroteros que enfrentar en cada una de sus motivaciones que se convierten en el faro para sus estudios. «No, no hay tiempo para el cansancio, siempre tengo pensado seguir resolviendo los problemas de la institución, continuar dando la dedicación y atención a mis niños y sobre todo desarrollar en ello la lengua materna», manifestó.
El líder eterno de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz expresó: «No sólo es justo, sino también necesario. No sólo es justo que la mujer tenga oportunidad de desarrollar su capacidad en beneficio de la sociedad, sino que también es necesario para la sociedad que la mujer encuentre todas las posibilidades de desarrollar plenamente sus capacidades», y Miriam es un ejemplo de las posibilidades que tienen nuestras féminas para mostrar cuanto pueden aportar a favor del desarrollo de nuestra sociedad.