Una marcha martiana y de continuidad

En una Escalinata hermosamente iluminada con antorchas para recordar a nuestro Héroe Nacional, José Martí, la víspera del aniversario 169 de su natalicio, y bajo la fiel compañía del General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, y de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, miles de jóvenes desfilaron este 27 de enero con el ímpetu de continuar el legado martiano y fidelista de la nación.

Cobijados por un calor humano que pudo tenuar el fresco aire de la noche capitalina, las nuevas generaciones —juntas al pueblo rebelde y digno que somos—, ratificaron en la tradicional marcha de las antorchas, que el Apóstol sigue viviendo en el alma de la Patria y que sus ideas tienen total vigencia en esta Isla, como demostró hace 69 años atrás la Generación del Centenario con Fidel al frente.

Al hablar a la juventud, a sus compañeros de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y al pueblo de Cuba, Karla Santana Rodríguez, presidenta de la organización, expresó que emociona regresar a la Escalinata cómplice de la épica de nuestra historia, después de un año anterior de fuerte combate contra la COVID-19 y donde, sobre todo, tuvimos la oportunidad de crecer desde lo humano.

«A esta generación, la del Centenario de la FEU, que como en mística complicidad fraguada por la historia desciende esta Escalinata testigo también de aquella centenaria generación que llenó de luz el recuerdo del Apóstol; a esta generación, sólo puedo decirles: Sintamos orgullo de amar la Revolución, como Mella a Tina, amemos esta obra popular, serio y tempestuosamente, como algo definitivo», expresó.

Momento especial de su intervención fue cuando convocó a «los que sueñan, a los necios y los imprescindibles, a los militantes de la vida que llevan encendida su juventud», a desarrollar el 10mo. Congreso de la FEU y «hacer de la organización un proyecto que se levante como verdadera articulación estudiantil».

Ya con las antorchas en alto, encendidas con la esperanza juvenil, el desfile llegó hasta la Fragua Martiana —lugar donde el Maestro, siendo un adolescente, sufrió presidio por sus ideas independentistas—; y allí Raúl y Díaz-Canel colocaron una ofrenda floral ante su estatua. La de este jueves fue otra reverencia de Cuba y sus jóvenes a la historia, otra oportunidad para «sembrar esperanza por un porvenir inédito».