Maduro calificó de exitosa y positiva la visita de la funcionaria para ‘tratar de superar la dura experiencia’ con el anterior máximo representante de esa dependencia del ente multilateral.
‘Hemos dado un primer paso para una relación fluida de cooperación entre el Sistema de Derechos Humanos de la ONU y Venezuela’, manifestó el jefe de Estado en rueda de prensa desde la sede gubernamental del Palacio de Miraflores.
Agregó que el Gobierno bolivariano tomará ‘con toda seriedad’ las sugerencias y recomendaciones emanadas de esta visita, para que en Venezuela prevalezca un sistema dirigido a la protección del pueblo.
Antes de abandonar el país, la alta comisionada de la ONU para los derechos Humanos manifestó preocupación por el impacto negativo del bloqueo económico impuesto por Estados Unidos contra la nación sudamericana.
Al realizar un balance de su estancia en territorio venezolano, la expresidenta chilena precisó que las sanciones implementadas este año por Washington sobre las exportaciones venezolanas de petróleo y el comercio de oro ‘están exacerbando y agravando la preexistente crisis económica’.
La funcionaria de ONU destacó que el organismo internacional por ella representado alcanzó un acuerdo con Caracas para que dos representantes de esa instancia permanezcan en Venezuela con el mandato de proveer asesoría y asistencia técnica, y monitorear la situación de los derechos humanos.
El gobierno aceptó que un equipo tenga acceso pleno a los centros de detención para valorar sus condiciones y hablar confidencialmente con los privados de libertad, precisó Bachelet.
La exmandataria chilena indicó que el principal propósito de su visita giró en torno a abrir un espacio para mantener una relación cercana y fluida con las autoridades e instituciones del Estado, la sociedad civil y otros actores políticos y sociales.
La alta comisionada sostuvo reuniones en Caracas con el presidente Nicolás Maduro, el titular de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, el canciller Jorge Arreaza y otras autoridades.
Dialogó además con diputados de la Asamblea Nacional -parlamento de mayoría opositora declarado en desacato por el Tribunal Supremo de Justicia-, y su presidente Juan Guaidó, reconocido por Washington como mandatario interino del país en un acto calificado por Caracas como intento de golpe de Estado.
Bachelet llamó a los líderes de todos los espectros políticos para encontrar una manera de enfrentar los desafíos del pueblo de Venezuela, y a participar constructivamente con el diálogo facilitado por Noruega o cualquier otro intento por encontrar una salida negociada a la crisis del país.
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