Manzanillo. Febrero 15.- Hoy los trabajadores de los servicios comunales celebran su día, y lo hacen mostrando su compromiso de velar y cuidar por la higiene ambiental de esta ciudad en medio de un feroz combate contra una pandemia que azota al mundo.
Julio Maceo Robles, director de la unidad presupuestada de los servicios comunales en Manzanillo al conversar con nuestra redacción a propósito de la fecha destacó que, «iniciamos un año muy complejo, y a pesar de la carencia y problemas objetivos hemos sabido mantener durante el inicio del año la implementación de todas las medidas de protección y prevención contra la COVID-19, ya que nuestros trabajadores se enfrentan a un riesgo considerable en la actividad que realizan a diario.
La fecha de hoy sigue siendo un día en el que los trabajadores dignifican su labor, y a ellos les pedimos que en su actuar sigan protegiéndose contra esta enfermedad y cada día ser merecedores del reconocimiento de nuestro pueblo».
En la actualidad estos hombres y mujeres refuerzan todos los cuidados personales y colectivos para mantener la eficiencia de sus servicios, y sobre todo la protección del trabajador. Así lo refiere el directivo, «hoy estamos fortaleciendo las acciones para que nuestros obreros no se contagien, en especial los sepultureros, que hasta el momento no tenemos ninguna incidencia, ellos son verdaderos protagonistas de estos tiempo».
Por eso el compromiso de este colectivo seguirá siendo el garantizar al pueblo el beneficio de sus servicios. «Primero será declarar que nuestra ciudad mantenga una sostenibilidad en la higiene, al igual que le pedimos a los manzanilleros que ayuden a preservar la limpieza y que se combatan las indisciplinas sociales que afectan a nuestro sector».
En Manzanillo laboran unos 1004 trabajadores en los servicios relacionados con la higiene comunal, encargado de la recogida de los desechos sólidos; los necrológicos, que incluyen a la funeraria municipal y el de los cuatro cementerios locales, entre los que se encuentran en las zonas rurales; y el de la florería que atienden los pedidos de ofrendas, ramos, quince y decoraciones.
Entre estos obreros una de las que mantiene su empeño es Elba Mejías Ponce, actual subdirectora de higiene en la unidad presupuestada de los servicios comunales quien confiesa que este trabajo para ella significa «un orgullo tremendo, porque a pesar de ser mujer todos los días me levanto bien tempranito en las madrugadas para unirme al colectivo de trabajadores que se dirigen a la recogida de los desechos sólidos. Nosotros somos la antesala de la salud pública porque le estamos prestando una asistencia que sin ella no hay salud en el pueblo».
Mejías Ponce dice que satisface además ver la entrega de estos sacrificados proletarios. «Estos barrenderos y recolectores dedicados a primera hora de la mañana, unos con sus carritos piker y otros montados en los transportes de recogida tocando campanas, es algo que cuando escuchamos ese sonido nos sentimos orgullosos de que nuestro pueblo tenga una higiene como la merece».
Algo significativo que reconoció la directiva es la función que muchos realizan en el accionar directo en el enfrentamiento a la COVID-19. «Estos trabajadores se están enfrentando directamente a todos los casos que se reportan de COVID-19, de contagiados con el dengue, porque son los que botan los desechos que se generan donde están las personas aisladas, ingresadas, en vigilancia por cuarentena, o identificada por salud pública donde hay un evento epidemiológico».
Elba no puede concluir nuestra conversación si no transmite su compromiso personal, «seguir alzando los servicios a la altura que merece el pueblo, según nos permitan algunas situaciones objetivas, como la falta del combustible, y continuar exigiendo más a los trabajadores para que brinden lo mejor de sí en lo que son las barridas de las calles, las recogidas de los desechos sólidos y todos los servicios que brinda la unidad presupuestada», agregó.
Llegue entonces a todos los obreros de este importante sector las felicitaciones y el agradecimiento por el esfuerzo diario. En sus manos y voluntad está nuestra satisfacción y la seguridad de que se pueda mantener la salud colectiva evitando la propagación de enfermedades