Ante la COVID-19: Sin disciplina no habrá recuperación

Foto Estudios Revolución
Foto Estudios Revolución

El Grupo Temporal de Trabajo para la Prevención y Control del nuevo coronavirus tuvo su encuentro este lunes en el Palacio de la Revolución. El enfoque educativo de una batalla que es por la vida quedó claro en la sesión dirigida por el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz.

Más allá de todo lo regulado y definido sobre el papel, si la disciplina entre cubanos no empieza primeramente como un asunto individual, entonces será muy difícil ganar la batalla a la COVID-19.  

La idea estuvo presente este lunes durante la reunión del Grupo Temporal de Trabajo para la Prevención y Control del nuevo coronavirus y fue compartida por el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, quien dirigió el encuentro en el Palacio de la Revolución.

El Jefe de Gobierno subrayó que continúan la indisciplina, la violación de lo que está establecido. Hizo referencia a las personas que no usan el nasobuco allí donde es necesario hacerlo; señaló cómo algunos no guardan el distanciamiento requerido; o no se desinfectan las manos; o cómo en ciertos lugares no son limpiadas las superficies o los teléfonos de uso colectivo.

Igualmente llamó la atención sobre la cantidad de contagios que se han producido en las instituciones, lo cual pasa muchas veces por la violación de protocolos que están diseñados para ese tipo de espacios. Al respecto hizo un llamado a que el ejemplo se dé en primer lugar desde los centros de trabajo. Y sobre la aplicación de multas, hizo hincapié en que, sin el componente educativo, estas no surtirán el efecto esperado.

“Si no cumplimos estrictamente, de manera individual, todo lo que está establecido, es muy difícil avanzar en una recuperación, como queremos todos”, resaltó.

Por su parte el viceprimer ministro, Roberto Morales Ojeda, hizo énfasis en la importancia de que todas las autoridades responsables con la realización de la pesquisa epidemiológica no descuiden la calidad. Habló de una pesquisa “activa y efectiva, y la efectividad es que logremos identificar todos aquellos casos, sobre todo los vulnerables, que tengan algún nivel de síntomas”.

DESDE LA ISLA, EL IMPORTANTE LENGUAJE DE LOS NÚMEROS

En Cuba, al cierre de la semana seis del 2021 (que las estadísticas incluyen hasta este 13 de febrero), el promedio de casos de COVID-19 por día ascendió a 822,9, con lo cual se incrementó la cifra en relación con el cierre de enero pasado (501,2 casos por día).

La información fue ofrecida en el encuentro por el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, quien además detalló que, en lo relativo a la semana seis, se produjo una “desaceleración en la propagación de la enfermedad, de del 5,8 por ciento”.

Según afirmó el titular, los mayores niveles de transmisión, durante el mes en curso, se presentaron en las provincias de La Habana, Santiago de Cuba, y Guantánamo; aunque esos números, en los tres casos, disminuyeron en relación con la semana anterior. En tales territorios, apuntó Portal Miranda, se concentra el 75 por ciento de los casos diagnosticados en Cuba durante el presente mes.

Las provincias con mayor tasa de incidencia de casos positivos de COVID-19 en los últimos quinces días, al decir de la información compartida por el ministro de Salud Pública, son La Habana, Guantánamo, Santiago de Cuba y el Municipio Especial Isla de la Juventud.

Ya suman entre nosotros 39 004 casos de COVID-19 desde que la enfermedad entró a la población cubana hasta hoy, y la cifra de defunciones asciende a 269 para 0,69 por ciento de letalidad.

Este 14 de febrero fueron confirmados en el país 715 casos positivos (702 autóctonos y 13 importados). La Habana (con 345 casos) y Santiago de Cuba (con 100), concentran más del 62 por ciento del total de los casos. Y fueron reportados como asintomáticos 335 personas, para un 46,8 por ciento de la cifra total.

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