Manzanillo. Diciembre 9.- Entre cálculos, números y figuras geométricas conocimos al maestro Maykel Powel Bagué, quien ha dedicado 13 años de su vida a la formación de estudiantes del duodécimo grado, del Instituto Preuniversitario (IPU) Julio Antonio Mella de esta ciudad suroriental.
El profesor Powel, como cariñosamente le llaman sus alumnos, no solo enseña Matemáticas; sino que imparte una lección de entrega y compromiso con la educación. Habla con pasión de su vocación, de ese amor por el magisterio que lo impulsa a enfrentar los desafíos cotidianos con optimismo.
“Es una profesión hermosa, pero exigente”, confiesa. “Ver el desarrollo de tus alumnos, cómo van aprendiendo y superando sus dificultades, no tiene precio. Eso te llena de satisfacción y te da la fuerza para seguir adelante”.
Su labor se centra principalmente en la preparación de sus educandos para los exámenes de ingreso a la universidad, un momento de mucha presión, reconoce la importancia de este periodo en la vida de sus alumnos y se esfuerza por brindarles no solo el conocimiento matemático necesario, sino también el apoyo emocional y la guía que necesitan para afrontar este reto con confianza.
Para nadie es un secreto de cuantas adversidades los mentores, guías y maestros enfrentan día a día, aun así se entregan por impartir contenidos con calidad a sus estudiantes. “La educación es un derecho, y no podemos permitir que las dificultades nos detengan”, afirma.
Powel Bagué también reflexionaba sobre los retos de educar a los adolescentes, una etapa de la vida compleja, llena de cambios y desafíos, destacando que el apoyo y la comprensión familiar es primordial, “los adolescentes necesitan comprensión, orientación y un espacio donde puedan expresar sus dudas e inquietudes”, explica.
Al finalizar la conversación, el profesor Maykel Powel Bagué envió un cálido saludo y felicitación a todos sus colegas, especialmente a los del departamento de Matemáticas del IPU Julio Antonio Mella, quienes comparten su compromiso con la educación y la formación de las futuras generaciones. Sus palabras son un homenaje a todos los educadores cubanos que celebran hasta el próximo 22 de diciembre la Jornada del Educador.