Alquízar, 17 mar (ACN) Ante la falta de fertilizantes, combustibles y otros insumos que necesita la agricultura cubana, en esta localidad el productor Indalecio Borges Blanco, además de impulsar la agroecología, logra significativos rendimientos en viandas, hortalizas, granos y frutales, mediante microorganismos eficientes, humus de lombrices y lixiviado.
En su finca Reunión, de 13.42 hectáreas, junto al joven ingeniero Adrián Martínez García, presidente de la cooperativa de créditos y servicios (CCS) Camilo Cienfuegos, el también Doctor en Ciencias ha podido producirlos, aplicarlos y cosechar papa, plátano, malanga y otros cultivos completamente orgánicos, sin componentes químicos, en armonía con el medio ambiente.
Allí Borges ofreció este jueves a los candidatos a diputados por el artemiseño territorio, Alejandro Gil Fernández, vice primer ministro y titular de Economía y Planificación; y Yurisa Lahera Mansfarroll, delegada de base del Poder Popular y segunda jefa de Trabajo Social en Alquízar, casi una conferencia, demostrativa de su pasión y entrega al proyecto.
Les contó que si perseverante ha sido la tarea de producir microorganismos eficientes, más compleja la de convencer a campesinos y cooperativistas de la zona de que por esa vía, a partir de resultados alentadores, vale la pena transitar de la agricultura tradicional a la agroecológica, en momentos que el país no puede garantizar todo el paquete tecnológico.
Sobre el tema Gil Fernández abundó en las limitaciones financieras que impiden ahora darle a la agricultura todo lo que necesita, en aras de producir más y lograr reducir los precios de los alimentos, por lo cual elogió la importancia de la aplicación de la ciencia y la innovación, de buenas prácticas como las demostradas por esos productores artemiseños.
En la continuación de los encuentros que anteceden las elecciones de los diputados el 26 de marzo, ambos candidatos por Alquízar visitaron también la CCS Álvaro Reinoso y la cooperativa de producción cooperada (CPA) Héroes de Yaguajay, en las que conocieron de preocupaciones o inquietudes de sus socios, y de la voluntad de hacer mejores cosas.
El vice primer ministro les explicó que por vías como el turismo y el sistema cambiario se busca financiamiento para poco a poco ponerle algo a la agricultura, tanto en insumos como en combustible, y con las producciones nacionales ir disminuyendo la importación de alimentos, cuyos costos son millonarios.
En cada lugar constató reservas en el movimiento campesino y cooperativista, y en las empresas estatales –al visitar el nuevo mercado agropecuario municipal administrado por la Agopecuaria Alquízar–, y una pregunta constante giró en torno a los precios, cómo lograr disminuirlos y evitar intermediarios en la cadena de la comercialización.
Otros temas de sus diálogos con productores locales se centraron en los rendimientos de sus cosechas por hectáreas, el uso de la ciencia y la agroecología, los mercados de la capital a los que tributan, el estado de las cuentas por pagar y cobrar, la cría de ganado menor, el salario o ingresos monetarios, y la necesidad de llevar en cada lugar la ficha de costos.