
El Gobierno canadiense expresó, al igual que otros de Europa y de diversas latitudes, su rechazo al carácter extraterritorial de esa legislación estadounidense, que castiga a empresarios y personas con inversiones y negocios en la isla.
Canadá tiene importantes inversiones en Cuba y es uno de los principales emisores de turistas a la mayor de las Antillas.
Según analistas, en la mesa de conversaciones deberá estar también el tema migratorio y la decisión de Canadá de suspender sus servicios consulares en Cuba.
Ello obliga a los cubanos que deseen viajar al país norteño a solicitar la visa canadiense en un tercer país.
Ottawa alega estar corto de personal, luego de la retirada de funcionarios consulares por supuestos ‘ataques sónicos’.
Fue el mismo pretexto esgrimido por el Gobierno de Estados Unidos para prácticamente cerrar su consulado en La Habana.
Las autoridades cubanas y expertos internacionales consultados no pudieron hallar fundamentación ni pruebas sobre los alegados ‘ataques sónicos’ que Estados Unidos y Canadá afirman que afectaron a miembros de su personal diplomático en la capital cubana.
oda/ool