Colaboradores: gracias por ayudar a construir por el mundo ese camino de vida y esperanzas que salva

Foto: PL
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Hay hechos, que de tan elocuentes, no precisan de palabras para trascender en el tiempo. De esos hechos, anónimos unos, muy conocidos otros, está llena la historia de la colaboración médica cubana, iniciada seis décadas atrás, el 23 de mayo de 1963, en Argelia.

Cuba se enorgullece de los más de 600 mil cooperantes de la salud que en estos 60 años han llevado esperanza y vida a millones de personas en el mundo, casi siempre en escenarios sumamente complejos.

Mochila al hombro”, cargada de fortalezas, conocimientos, sensibilidad y también miedos, nuestros colaboradores han sabido no solo diagnosticar y tratar enfermedades por el mundo, sino también acompañar a millones de seres humanos en los más disímiles lugares del planeta.

Con su hacer, la obra de la Revolución cubana se engrandece y Cuba reafirma sus esencias de solidaridad, un camino dibujado por Fidel y que hoy las nuevas generaciones seguimos construyendo.

Gracias a nuestros colaboradores de la Salud, quienes en todos estos años han llegado de manera incondicional y altruista a tantos lugares para hacer lo que mejor saben: proteger, ante cualquier circunstancia, la vida.

Experiencias sumamente complejas, sensibles, enriquecedoras, entrañables… han asumido en estos sesenta años y nos llena de orgullo la entrega con que ponen siempre en alto el hacer de nuestra medicina por el mundo.

Felicidades en este nuevo aniversario de la colaboración médica cubana y gracias por seguir, como aquel primer día seis décadas atrás, ayudando allí donde más se les necesite.

Es esa una esencia que ustedes comparten sin reparos con otros pueblos, que enaltece a nuestra Revolución y con ella los sueños de Fidel, principal impulsor de esta hermosa obra de solidaridad y amor que es la colaboración médica cubana.

Nuestra medicina es eso y más, y ustedes son dignos exponentes de ella. Gracias, otra vez, por ayudar a construir por el mundo, ese camino de vida y esperanzas que salva.

Un fuerte abrazo,

Dr. José Angel Portal Miranda

Ministro de Salud Pública