Desde el 21 de junio entramos en la estación de verano, según la fecha, aunque para los pobladores de nuestra Isla el mismo comenzó antes, porque siempre se ha dicho que Cuba es un eterno verano.
El clima tropical de nuestro archipiélago se convierte casi en imprescindible para el disfrute de un refrescante baño de mar, ríos o piscinas, estos constituyen un atractivo para los que lo visitan además de sus atrayentes sitios naturales, históricos y culturales.
Habitualmente en la mayor Las Antillas la etapa estival es caliente, el Centro de Pronósticos del Instituto Nacional de Meteorología augura para los próximos siete días temperaturas máximas entre los 32 y 35 grados Celsius y mínimas de 26 y 27.
Por todo ello es recomendable protegerse de los rayos solares o no exponerse de no ser necesarios a estos entre las 10 y las 4 de la tarde horario en que son más fuertes, usar cremas protectores al bañarse no sólo en las playas sino en ríos y otros sitios recreativos que se preparan como colofón los meses de julio y agosto.
No es menos cierto que son los más calurosos del año, están llenos de actividades deportivas, culturales y de la vida social en general, los pequeños de casa están de vacaciones, pero… cuidado.. que el astro rey se empeña en ahogarnos con su intenso calor.
Calor asociado a eventos meteorológicos que sucederán por estos días pero que afortunadamente los cubanos no formaremos parte directa de ellos, a esto se une el cambio climático el efecto invernadero y los fenómenos de la niña y el niño. Científicos afirman que estos acontecimientos atmosféricos serán perceptibles con mayor intensidad en la región europea.
Es cotidiano por estos días que cubanas y cubanos de todas las edades visiten sitios de baños públicos, pero también están preparados para estos días veraniegos actividades recreativas y de esparcimiento en los Joven Club de computación y electrónica, Video Club, museos, cines, teatros, círculos sociales, salas de televisión y otras instalaciones.
Todo ello forma parte de una infraestructura existente a lo largo y ancho de todo el país, y por ende en las comunidades urbanas y rurales o sus cercanías existe al menos una de estas instalaciones, las que constituyen una ventaja a la hora de recrearse y una de las fortalezas del verano cubano.
Vivamos el verano intensamente, con medidas de protección, cuidando el entorno natural y social que visitemos para que a pesar del penetrante calor podemos disfrutar Cuba.