Cuba acumula cinco triunfos y dos reveses

Par de inesperados reveses sufrió este miércoles la selección masculina de boxeo de Cuba, cuando los multicampeones internacionales Roniel Iglesias (71 kg) y Lázaro Álvarez (60) perdieron en sus respectivos debuts, en la tercera fecha del Campeonato Mundial, con asiento en Belgrado, Serbia.

Ni el más pesimista podía vaticinar que dos de los hombres más experimentados y favoritos a medallas en la escuadra que dirige el profesor Rolando Acebal terminarían su camino en su estreno mundialista, y ante contrincantes de menor trayectoria en eventos de primer nivel.

Un impetuoso inicio de combate mostró el jordano Zeyad Eashash, quien tiró los mejores golpes ante Iglesias durante el minuto y cinco segundos que duró el pleito, instante en que el árbitro detuvo el combate para que el pinareño fuera atendido, al recibir un cabezazo del jordano que impactó en su ceja derecha, provocando un sangrado que fue considerado por el médico de la velada como suficiente para detener el duelo.

Según la AIBA, cuando un match se finaliza por estas situaciones, se acude a la votación que marcaron los jueces hasta ese instante, y en el caso de Iglesias no le favoreció el veredicto de los imparciales, quienes apreciaron mayor pegada en los swings de Eashash, para declararle como justo ganador, de forma unánime.

La otra nota negativa la propició el triple campeón mundial Lázaro Álvarez, víctima por 5-0 (triple 29-28 y doble 30-27) del japonés Hayato Tsutsumi. El púgil nipón exhibió golpes más certeros ante la anatomía del vueltabajero, quien estuvo alejado de su mejor boxeo, y se vio claramente superado por un hombre que peleó con inteligencia, conocedor de los recursos boxísticos del cubano.

La única sonrisa para Cuba la brindó el 86 kg Herich Ruiz, triunfador sobre el serbio Slobodan Jovanovic, quien abandonó el combate en el tercer asalto. Ruiz, quien acude a su primer mundial de mayores, solventó la victoria apoyado en su recto de izquierda, para castigar con acierto una y otra vez al peleador local, a quien sus entrenadores le tiraron la toalla antes de iniciar el asalto final. Su resultado se suma a los cuatro triunfos que acumula la nave cubana.