Un tema recurrente, pero imprescindible por estos días en los diversos medios de comunicación de nuestro país lo es, sin dudas, el concerniente al ahorro de energía eléctrica, fundamentalmente en el sector residencial.
Actualmente el tema gana en importancia debido a la condición de aislamiento a la que está sometida la familia cubana a causa del nuevo coronavirus, pandemia que azota a unas 185 naciones en todo el mundo.
Recientemente autoridades del Ministerio de Energía y Minas en el país declararon que el comportamiento de la generación de electricidad se mantiene estable, en lo cual se incluyen la generación, la atención a interrupciones en la distribución y los esfuerzos por evitar apagones aún en medio de las difíciles condiciones económicas y bajo el impacto del bloqueo y las acciones de Estados Unidos para obstaculizar la llegada de combustible al país.
Luego de los primeros 21 días del mes de abril en que los consumos eléctricos en las viviendas alcanzaron registros similares a los de un agosto, en que las altas temperaturas son evidentes en Cuba, así como la permanencia de la familia en el hogar debido al período vacacional, ya desde finales de abril las cifras marcan una tendencia al decrecimiento.
Y es así, si nos proponemos las familias cubanas pueden poner en práctica estrictas medidas de ahorro en el hogar, las estadísticas sugieren que si los más de cuatro millones de consumidores residenciales que existen en el país no toman conciencia de la necesidad del ahorro, habrá un incremento del consumo de combustible diésel para la generación eléctrica, que además de costoso, se complejiza su adquisición por las medidas del bloqueo económico, comercial y financiero del Gobierno de Estados Unidos contra Cuba.
Es por ello que todos debemos ser concientes de la necesidad del ahorro desde el hogar.
Entre las medidas que podemos adoptar destacan encender solo las luces y equipos necesarios lo que puede ser una acción importante para mitigar el aumento del consumo eléctrico.
Igualmente, es necesario desplazar en lo posible actividades del hogar fuera del horario pico, aprovechar el calor de la hornilla, una vez terminada la cocción y apagarla minutos antes de terminar, encender aires acondicionados pasadas las 10 de la noche, no abrir frecuentemente el refrigerador y juntar la mayor cantidad de ropa para lavar y planchar.
Recuerde que del ahorro depende su economía y la del país.