CIENAGA DE ZAPATA, Matanzas.–Los cubanos recordaron este 19 de abril el aniversario 62 de la Victoria de Playa Girón frente a las huestes mercenarias, la cual se inscribe como una de las páginas más gloriosas de la historia Patria.
En el obelisco que perpetúa la memoria de los héroes y mártires de la epopeya, en honor a los bravos milicianos, fueron colocadas ofrendas florales del General de Ejército Raúl Castro, y de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República.
Como es ya habitual, cientos de pobladores del sureño territorio, incluidos combatientes de la gesta y familiares de combatientes, conmemoraron esta fecha que es considerada como la primera gran derrota del imperialismo yanqui en América Latina.
La ceremonia político-cultural tuvo lugar justo frente al Museo que preserva el simbolismo de aquellas horas gloriosas de abril, triunfo por el que la Patria debió pagar con la sangre generosa de un elevado número de sus hijos.
En el acto se escuchó la voz firme de un combatiente de la gesta, quien habló en nombre de sus compañeros de lucha, y la de una joven que encarna el compromiso de las nuevas generaciones. Ambos exaltaron el significado de esa victoria que asombró al mundo y ratificaron la voluntad de no defraudar el ejemplo rubricado en las arenas de Girón.
Durante la velada, un grupo de compañeros recibió el carné que los acredita como miembros del Partido Comunista de Cuba, de la Unión de Jóvenes Comunistas y de la Asociación de Combatiente de la Revolución Cubana.
Al pronunciar las palabras centrales, Yosveny Verdeal Castellanos, integrante del Buró Provincial del Partido, enalteció la actitud de las tropas que combatieron en Girón en defensa de la naciente Revolución, así como la audacia de Fidel y la proyección futura de la victoria.
La expresión cultural, en sus más diversas manifestaciones, también se hizo presente en esta conmemoración, y dejó su canto en tributo a la dimensión del suceso.
La ceremonia estuvo presidida por dirigentes políticos y autoridades gubernamentales de la provincia y el municipio, y contó, además, con la presencia de Nemesia, la Flor Carbonera, y su familia.