Pedro Pablo Cardona y el compromiso de un liniero eléctrico

Pedro Pablo Cardona Chávez  es uno de los jóvenes linieros de la UEB Eléctrica de Manzanillo, con 14 años de servicios // Foto: Denia Fleitas Rosales
Pedro Pablo Cardona Chávez es uno de los jóvenes linieros de la UEB Eléctrica de Manzanillo, con 14 años de servicios // Foto: Denia Fleitas Rosales

El joven Pedro Pablo Cardona Chávez es uno de esos trabajadores, conocido como eléctricos, que son sorprendidos por la madrugada entre cables, metrocontadores, acometidas, solucionando las interrupciones que a diario se reportan en el sector residencial de Manzanillo.

“El liniero trabaja donde haga falta, pero en la guardia eléctrica somos, diría, imprescindibles, en la medida que de nuestras manos depende restablecer el servicio a quienes por una razón u otra dejan de disfrutar de las bondades de la corriente eléctrica en sus viviendas, independiente a las afectaciones por la disponibilidad de generación a nivel nacional.

“Muchas veces encontramos a los clientes en estado anímicos desfavorables, y eso nos obliga, desde la empatía con su problema, a comunicarnos con ellos, y dar lo mejor de nosotros para devolverles el servicio. Cierto que muchas son las causas, unas previsibles y otras no, pero de nuestro esfuerzo depende que todo quede olvidado cuando por fin se encienden las luces en sus hogares”.

Con apenas 33 años de vida este joven ya suma 14 de ellos entre las filas de quienes llevan en sus hombros el peso de una de las prestaciones más útiles y golpeadas en los últimos tiempos por las limitaciones del Sistema Electroenergético Nacional.

Cuando egresó como electricista industrial se incorporó a las faenas entre los manzanilleros de la Unidad Empresarial de Base Eléctrica local, fueron aquellas sus primicias hasta transitar y formarse como liniero eléctrico especializado.

Con sus manos siempre en movimiento, tal vez acostumbradas a los trabajos con las pinzas, alicates, afirma temerle a la electricidad. “El valiente en nuestra profesión no llega lejos; sin embargo el que se cuida, cumple con las medidas de seguridad, el prudente y responsable es el que logra jubilarse”.

Son sus hijos y esposa, su familia, razones sobradas para no descuidar el uso de los guantes, el uniforme, las botas adecuadas, la delimitación de áreas en  espacios públicos para que tampoco la población sufra accidentes mientras ellos ejecutan labores en las líneas de transmisión que distribuye la electricidad hasta los clientes.

Pese a hacer turnos de trabajo de 12 horas diarias y nocturnas, en ciclos de cuatro días, asegura, “si es necesario seguir pues se hace. Sería ilógico que porque concluye el turno si está en nuestras manos resolver la situación, aunque nos demoremos varias horas por encima, el trabajo se hace”.

De tal compromiso nacen los resultados palpables en el segundo lugar nacional que ocupó Granma por la celebración del Día del Trabajador Eléctrico, entre todas las provincias del país, al cumplir parámetros medibles como la recaudación en el orden comercial, las pérdidas, y fundamentalmente el tiempo en que son resueltas las interrupciones y urgencias eléctricas, donde Pedro Pablo aportó su cuota.

Su labor en la Guardia eléctrica es vital para restablecer la vital energía a los clientes manzanilleros // Foto: Denia Fleitas Rosales

“Yo disfruto lo que hago, y en mi tiempo de descanso si solicitan mi presencia para cambiar metrocontadores, eliminar condiciones de peligro, o hacer cualquier tarea tanto en los ámbitos de servicio y comercial, siempre doy mi paso al frente.

“Cuando nos adiestramos como linieros, más que firmar un contrato de trabajo creamos un vínculo indisoluble con estas tareas, porque son para beneficio del pueblo, y puede ser un desconocido pero también nuestras familias, amigos, conocidos, ancianos, niños, que de nuestro desempeño depende puedan cocinar sus alimentos, o iluminarse, o recibir clases en instituciones docentes.

“Por ello siempre estoy en la pelea. He formado parte de las brigadas que han prestado ayuda a otras provincias como La Habana, Camagüey, ante situaciones excepcionales, y en Guantánamo estuve luego del paso del ciclón Mathews, trabajando sin descanso, todos juntos para revertir los estragos de los vientos en los tendidos eléctricos, telefónicos. Y se siente satisfacción al saber que aportaste, que fuiste parte de la solución, que llevaste esperanza a los damnificados”.

Manzanillo ocupó esta vez el tercer lugar a nivel provincial en el orden de los servicios, y su área comercial quedó en la vanguardia entre los 13 municipios. Pedro Pablo Cardona se sabe protagonista de ese resultado de trabajo durante todo el 2023, también de su esposa quien administra la oficina comercial de Barrio de Oro en esta urbe.

“Me siento contento con mi labor, en la que nos sobreponemos a las carencias que a veces limitan la movilidad con la agilidad necesaria, nos esforzamos para que las tareas en horas de la madrugada sean menores, y para dejar a los clientes siempre con servicio eléctrico”.