Prevención y seguimiento del Embarazo en la adolescencia

La elevada fecundidad adolescente constituye un verdadero desafío de la salud sexual y reproductiva a nivel internacional y Cuba no está exenta de esta situación. La tasa específica de embarazo en adolescentes constituye una creciente preocupación y ocupación del Ministerio de Salud Pública y otros sectores en su prevención y la minimización del negativo impacto en el orden social, educativo y de salud.

«Para tratar el embarazo en la adolescencia primeramente se le hace la captación a la embarazada antes de las 12 semanas para que sea una captación precoz, -explica la Doctora especialista en Medicina General Integral  Alma Reytor Fonseca-  luego se tienen en cuenta todos los antecedentes patológicos personales, y de acuerdo a esos antecedentes se le hace interconsulta con las diferentes especialidades, para lo que se le indican todos los complementarios”.

Como parte de la atención que se da a las muchachas, al igual que al resto de las mujeres embarazadas, en la consulta multidisciplinaria “es atendida por  el nutriólogo, obstetra, clínico, psicólogo, genetista, estomatólogo y el  trabajador social quienes valoran de forma integral a la gestante y por último se le hace el diagnóstico de riesgo así como los enfoques de riesgo”.

En el caso de las adolescentes “se toma la  conducta a seguir prestándole especial atención a cada una de ellas ya que realmente necesitan todo el apoyo que se le pueda brindar para que tomen las decisiones correctas y tengan un embarazo saludable», comenta la especialista.

En nuestro país para reducir la fecundidad adolescente y el aborto utilizado como método de planificación familiar se realizan una serie de acciones como incrementar el trabajo de promoción y educación para la salud que ejecutan los médicos y enfermeras de la familia en la comunidad y los medios de comunicación.

Promover la maternidad y la paternidad responsable y la prevención de conductas que entrañan riesgos sexuales y reproductivos, son otras de las actividades que se realizan para lo que cuentan con la colaboración de la Federación de Mujeres Cubanas, las brigadistas sanitarias que orientan a las adolescentes que no están vinculadas al estudio en temas de Planificación Familiar y anticoncepción, con la cooperación de Psicólogos, trabajadores sociales y jubiladas del sector de la salud y la educación.

“Este es  por demás un grupo altamente vulnerable sobre el que debemos continuar prestando especial atención en todos los sectores de la comunidad”, enfatizó la Doctora Reytor Fonseca.

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