Reto vencido y proa al futuro

Contrario a como muchos pensaban que el verde caimán del Caribe haría aguas por el impacto turbulento de los sucesos que desplomaron la economía a nivel mundial en este 2020, contra viento y marea, como dice un marino cercano, vamos en la proa.

Los cubanos volvimos a la carga con esa voluntad de avance que nos hace únicos, y seguimos en pie aferrados a la convicción de vencer y de perfeccionar la Revolución, por sobre los embates del huracán imperialista, con vientos sostenidos e incrementados del bloqueo económico, comercial y financiero que superó en este año los cinco mil millones de dólares en afectaciones a Cuba.

Al extremo de las restricciones que se sucedieron en el tiempo desde los Estados Unidos para asfixiar y destruir desde el vano pretexto de «ayuda» a los cubanos, Cuba dió el salto inesperado y sus habitantes nos sobrepusimos a la adversidad doblemente reforzada.

Afectaciones económicas del Bloqueo de Estados Unidos a Cuba // Foto Tomada de Cubadebate

Sin soslayar los daños del mayor freno económico para la Mayor de las Antillas, la aparición de la Covid-19 y el virus que le provoca impuso a la nación un estado de excepcionalidad que, aunque pudo amilanarnos, desencadenó un tsunami de alternativas desde la ciencia, sistema sanitario y el gobierno, con el pueblo cómplice, para salvar lo más preciado: la vida.

Más allá de las tensiones que generó la pandemia a raiz del cese del turismo, de vuelos nacionales e internacionales, el cierre de unidades comerciales, la limitada actividad productiva, que propiciaron el distanciamiento social indispensable para superar al nuevo coronavirus, la capacidad de resistencia y de lucha sacó a la luz la madera de la que está hecho este navío y sus tripulantes.

El golpe de las contracciones de la economía a escala global se sintió fuerte, por la reducción de las exportaciones, el cierre de fronteras, el desabastecimiento y la disminución al mínimo de las importaciones de recursos claves y materias primas, los altos precios de alimentos como la leche y el arroz que tuvieron un incremento entre el 15 y el 18 por ciento de su costo habitual en el mercado internacional; pero no se permaneció inmóvil.

Ante la lucha para prevenir la propagación de la Covid-19, con un costo de 100 millones de dólares no planificados, y el impacto de la política injerencista norteamericana, se articuló con poder mayor la decisión de los cubanos de mantenerse en pie y respirar con el aire que son capaces de generar sus pulmones.

El desarrollo de la economía prosiguió, y pese a las colas y ofertas inestables en la red de tiendas, de cara al crecimiento, se aprobaron más de una veintena de proyectos de inversión extranjera, y se incrementó el número de laboratorios certificados para la realización de estudios moleculares en el plano médico, se abrieron las escuelas, y las instituciones científicas acumulan más de 700 investigaciones y cuatro candidatos vacunales contra la enfermedad mortal.

Las estrategias de enfrentamiento a la crisis generada en el orbe se asentaron en la actualización del modelo económico y social cubano con expresión en el ordenamiento monetario a iniciarse el venidero Primero de Enero, no como solución mágica sino como fuerza que impulse el valor del trabajo y la productividad, la eficiencia, en beneficio de la familia cubana.

El ordenamiento monetario por su carácter transversal es imprescindible para avanzar en el resto de las transformaciones económicas de la Estrategia Económico-Social // Foto Tomada de Cubahora

El reto que pautó el 2020 de proteger la vida como lo más sagrado fue cumplido con creces por la Isla solidaria, que al salvarse salva a miles con su gesto altruista y solidario por los rincones del mundo; seguir cuidando del bienestar de todos es aún la meta para el cercano 2021 y, a la vez, implementar con éxito la tarea económica que tiene ya su día cero.

Con el advenimiento del nuevo decenio y del aniversario 62 del triunfo de la Revolución Cubana, las fuerzas de la mayor de las islas caribeñas se restituyen para seguir navegando firme con la proa orientada al futuro.