Sembrar en la tierra y en las almas (+Fotos)

Manzanillo. Abril 9.- Porque las primicias de la tierra enamoran, como escribiera el Apóstol de la independencia cubana, en los colectivos del sector educacional de este territorio florece el ánimo de labrar para ir derechamente a su fortuna.

«Se prendió la luz desde el 2015, en correspondencia con los lineamientos del VII Congreso del Partido Comunista de Cuba, a partir de un llamado de la ministra de Educación a trabajar para autoabastecernos con el uso de los 13 huertos, una finca y parcelas, que completan las 68.5 hectáreas de tierra pertenecientes al sector», pormenoriza el Máster en Ciencias Yunior Heredia Tamayo, director municipal de Educación.

«Sin embargo, ya desde septiembre del 2020 comenzamos a implementar la estrategia elaborada para alcanzar una sostenibilidad en la obtención de viandas y disminuir los gastos en compras a Acopio.

«En los meses de agosto y septiembre hicimos siembras de ciclos cortos, y a partir de noviembre y diciembre tuvo su efecto positivo en el sector, por ejemplo: en diciembre logramos abastecernos a un 46% de viandas, que implica una disminución y ahorro de ocho mil a 12 mil pesos tanto en esos últimos 31 días como en enero, además la venta de viandas a nuestros educadores y obreros.

«Al comienzo de febrero iniciamos una segunda etapa de ciclos cortos y el montaje de una minindustria que nos permita la preparación de vinagre, aliños y encurtidos.

Entre las producciones de viandas destaca el plátano // Cortesía del entrevistado

¿Dónde se despliega este proceso productivo?

«Nos planteamos su inicio en la comunidad de Cayo Espino en la escuela José Antonio Echeverría, donde con una hectárea de tierra su gestores logran maravillas.

«La primera prueba se realizó a inicios de abril y ya se produjeron 32 litros de vinagre y aproximadamente 15 kilogramos de encurtidos, y la tarea fundamental es garantizar allí la siembra de cebollín, ajo porro y multiplicador, cilantro, ajíes, que permitan el autoabastecimiento en función de tal propósito.

«En estas semanas involucraremos además al Campamento de Pioneros Que siempre brille el sol y y al Instituto Politécnico Agropecuario Enrique Vilar para garantizar una producción mayor, en aras de propiciar una mejor elaboración de los alimentos específicamente en los seminternados y elevar la calidad del servicio en estas instituciones educativas.

«Para estos fines igualmente solicitamos al inicio del año fiscal ocho hectáreas de tierra en usufructo, para crear la Finca Municipal de Educación, áreas inundadas de marabú que a partir del trabajo esforzado de cinco trabajadores de la escuela primaria Manuel Fajardo Rivero, perteneciente a la dirección zonal Ramón González, también ubicada en Cayo Espino, y de las cuales se han desbrozado cuatro hectáreas.

«Las mismas ya están en fase de preparación y el marabú se ha convertido en carbón vegetal con un aproximado de 294 sacos, que representan un ahorro de 12 mil pesos en la compra de este recurso de combustión y ha permitido la protección de los 32 centros donde se elaboran alimentos.

«Por todos estos conceptos al efectuar el balance del primer trimestre del año hemos ahorrado más de 40 mil pesos con nuestras producciones, aunque consideramos que aún es insuficiente».

¿Se limita a ello los pasos de Educación en materia productiva y económica?

«No nos detenemos, allí también implementaremos nuestro módulo pecuario, con sus primeros efectos en los meses de agosto y septiembre del año en curso; para la compra de animales ya tenemos asignados 21 mil pesos.

«Además, ya se alistó un espejo de agua donde ya sembramos un policultivo de cuatro mil alevines hace 45 días, con tres especies fundamentales: tilapia, tenca y carpa, y una pequeña porción de otra, de los que se nutrirán los más de tres mil 500 escolares de nuestros cinco seminternados.

«Y el uso de nuestros propios fertilizantes por medio de los compos y la lombricultura, que favorece una gestión más eficiente del suelo y concede la condición de orgánica a nuestra agricultura».

¿Quiénes son los principales protagonistas de este movimiento productivo?

«Múltiples son los gestores de este avance, refiramos a las dos especialistas del Laboratorio de Fitofármacos localizado en la ESBU Carlos Coello, quienes promueven la minindustria y sus diversas formulaciones, así como el gel antibacterial o solución hidroalcohólica para contrarrestar el virus que ocasiona la COVID-19, el añil cimarrón contra la escabiosis, hasta sumar 16 renglones, y buscamos el mecanismo económico para vender a los trabajadores propios».

«Julio Chávez García, responsable de la finca de la escuela José Antonio Echeverría, es el brazo derecho en aquella zona experimental y altamente productiva; con 11 orientadores agropecuarios en ambas instituciones referidas y el personal docente que se vincula hoy tres veces por semana.

«Pero ellos se rigen por el Grupo Agropecuario donde dos metodólogos se encargan de la estrategia, y orientan a los directores de los centros cual rectores principales de esta faena, aunque el mérito principal es de los orientadores que trabajan directamente en el surco».

«Lo logrado, para un inicio, nos da satisfacción, pero el pensamiento nuestro es abastecernos al 100%, disminuir los gastos, contribuir con nuestras propias manos a la producción de alimentos, y la esencia está en beneficiar a nuestro objeto social, es decir, a nuestros estudiantes, para que adquieran una alimentación acorde a los balances nutricionales según edades e instituciones educativas a las que asisten».

Allí junto al surco va la enseñanza, emprenden los educadores «más que un compromiso, una motivación y capacidad creadora, un deseo de hacer que se impone a las mínimas condiciones para trabajar», una reafirmación de que cada maestro, cada productor es una raíz.