La administración de Donald Trump decidió mantener la embajada de los Estados Unidos en Cuba con el personal mínimo a partir del próximo domingo, cuando expira la orden de partida emitida el 29 de septiembre del año pasado por los falsos ataques sónicos.
El 5 de marzo entrará en vigor un “nuevo plan permanente de personal” por el que la embajada “continuará operando con el mínimo personal necesario para llevar a cabo las funciones diplomáticas y consulares centrales”, anunció el Departamento de Estado.
“La embajada operará como un puesto no acompañado”, o sea los diplomáticos estarán alejados de sus familiares.
Sobre la polémica con los incidentes de salud reportados, el Departamento de Estado añadió: “Seguimos sin tener respuestas definitivas sobre la fuente o la causa de los ataques, y hay una investigación al respecto en marcha”.
“La salud, seguridad y el bienestar del personal del Gobierno de Estados Unidos y de sus familiares es de la mayor preocupación para el secretario (de Estado, Rex) Tillerson y fueron un factor clave en la decisión de reducir el número de personal asignado a La Habana”, agregó en su nota.
Durante meses, EE.UU. calificó los supuestos ataques como “sónicos”, pero en una audiencia en el Senado el pasado 9 de enero el Departamento de Estado admitió por primera vez que no tenía certeza de que se tratara de agresiones acústicas.
Científicos de Cuba, Estados Unidos y otras partes del mundo han reiterado que los ataques sónicos son una farsa. La explicación más lógica para los supestos padecimientos es la histeria colectiva, por lo que aislar y presionar aún más a los diplomáticos no es el remedio.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, declaró que tras llevar a cabo una larga investigación por autoridades cubanas se llegó a la conclusión de que no existe ninguna prueba de los ataques sónicos. Incluso, el gobierno de los Estados Unidos se negó varias veces a colaborar con la investigación, al no facilitar el acceso a los afectados ni develar información sobre lo sucedido, ni siquiera los partes médicos.
Desde el arribo de Donald Trump a la Casa Blanca, las relaciones entre Cuba y Estados Unidos se han visto afectadas por sus medidas contra la Isla.