El ordenamiento monetario en Cuba traerá consigo procesos de ajuste a lo interno de la economía. El sistema empresarial será beneficiado con las nuevas trasformaciones estructurales, pero solo si busca mayores niveles de eficiencia que hagan sostenible su gestión económica y contribuyan al desarrollo de la nación.
En tal sentido, el Secretario General de la Central de Trabajadores de Cuba, Ulises Guilarte de Nacimiento, insistió en la necesidad de que, a lo interno de los colectivos laborales, se conozcan y estudien las potencialidades reales de cada entidad para poder revertir ineficiencias económicas: “nuestro país solo alcanzará su desarrollo si generamos riquezas suficientes que permitan elevar el nivel de oferta a la población”.
Asimismo, insistió en que el país demanda de empresas cada vez más eficientes y competitivas, cuyos niveles de productividad respondan a las demandas actuales de la economía. Sobre ese particular, el dirigente sindical resaltó la necesidad impostergable de incrementar la producción de alimentos al señalarla como estratégica, por ser para todos y todos los días.
El movimiento sindical cubano acompaña el proceso de trasformaciones económicas desde la comunicación con el propósito de movilizar todas las reservas nominales de eficiencia existentes hacia lo interno de los procesos productivos y de los sistemas presupuestados.
“Hoy el país atraviesa dificultades económicas caracterizadas no solo por el recrudecimiento del bloqueo, sino también por las pérdidas de nuestras principales fuentes de ingresos en divisas y la ineficiencia que nos ha caracterizado. El contexto actual hace que tengamos un permanente vínculo con nuestros colectivos de trabajadores para convocarlos de manera activa a elevar los niveles de productividad”, acotó Guilarte de Nacimiento.
Las nuevas medidas aprobadas por el Consejo de Ministros para el perfeccionamiento del sistema empresarial acompañarán el proceso de unificación monetaria y cambiaria, proporcionándole a la empresa estatal socialista y las formas de gestión no estatal, nuevas oportunidades para mejorar sus estados financieros y ser capaces de enfrentar los cambios venideros.
En la más reciente intervención de Marino Murillo Jorge, Jefe de la Comisión Permanente para la Implementación de los Lineamientos, a los diputados cubanos, durante la Asamblea Nacional del Poder Popular, se hizo énfasis en que las reglas del sistema empresarial cambiarán totalmente: “hay que entender que tenemos un ajuste para todos, y el primero, es lograr más eficiencia ante el trabajo”.
En el 2019 el Presupuesto del Estado transfirió al sector empresarial más de 19 mil millones de pesos para la continuidad de su proceso productivo: de ellos, el 57% financió producciones exportables. Dichas cifras muestran cuan dependientes continúan siendo las empresas estatales de los montos asignados por el Ministerio de Economía y Planificación, limitando así la inversión de fondos en proyectos estratégicos para el desarrollo económico y social de la nación.
Aun cuando Marino Murillo Jorge dejó sentado que el Presupuesto del Estado asumirá el financiamiento de las pérdidas, en su primer año, a aquellas empresas que no puedan enfrentar la devaluación, el sistema empresarial tiene que cambiar sus esquemas de trabajo y buscar nuevas fuentes de financiamiento que le permitan desarrollar sus estrategias productivas.
Al margen de las estrategias internas de cada entidad en aras de aprovechar al máximo las potencialidades reales de las empresas, Murillo Jorge ha hecho referencia a algunas de las medidas que van a facilitar la gestión económica del sistema empresarial, una vez devaluada la moneda.
“Las empresas tendrán más facultades en el proceso de formación de precios. Hoy disponemos de una cantidad de precios centralizados para el comercio mayorista, en la que solo 44 productos quedaran bajo ese régimen. Se van a poner precios a los productos que son transversales y se va a incrementar la escala salarial”, en tal sentido aclaró que independientemente de los resultados productivos, las personas van a cobrar el nuevo salario escala: “ahora la parte móvil del ingreso tiene dos elementos fundamentales, el sistema de pago a destajo y distribución de utilidades”.
La gestión de nuevas fuentes de financiamiento, la creación de productos más atractivos, nuevos incentivos laborales y la innovación tecnológica en función del desarrollo empresarial, son algunos elementos sobre los que el empresariado cubano tendrá que poner su mirada y dejar de buscar soluciones en las arcas del estado.