El presidente de EE.UU., Joe Biden, y su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se reúnen este miércoles en Nueva York, donde tienen previsto lanzar conjuntamente una iniciativa mundial por el «trabajo decente» en el siglo XXI.
«Van a anunciar una iniciativa mundial de trabajo para los derechos de los trabajadores, lo que es realmente transformador. Y los dos la van a presentar juntos al mundo (…), creo que será algo emblemático de la relación entre los dos países», aseguró en una entrevista Elizabeth Bagley, embajadora de EE.UU. en Brasil.
El programa, que forma parte de las lista de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos en «el pacto global», la Agenda 2030 creada por Naciones Unidas en 2015, ha sido bautizado como Coalición Global por el Trabajo y abarca políticas para trabajadores de aplicativos, derechos de representación sindical y condiciones para el trabajo decente.
Desde Nueva York, el ministro de Trabajo brasileño, Luiz Marinho, aseguró que para Brasil «se trata de un reconocimiento importante y un reposicionamiento del país como líder global«.
Contra el cambio climático
Ambos líderes abordarán también el combate al cambio climático, un tema en el que tienen una buena sintonía desde que el ultraderechista Jair Bolsonaro, un abierto negacionista, culminara su mandato en Brasil.
«Sus políticas y discursos sobre el mundo del trabajo son como música para mis oídos, y juntos podemos inspirar a otros gobernantes a abordar estas cuestiones», subrayó.
Biden y Lula se reunieron en febrero em Washington, y dos meses después, el estadounidense anunció su intención de inyectar 500 millones de dólares al Fondo Amazonía, que financia proyectos para reducir la deforestación y monitorear el bioma. Sin embargo, el monto debe ser todavía aprobado por el Congreso.
Tensión por Ucrania y Cuba
La relación ha sido bastante tensa entre ambos países después de que, durante su visita oficial a China, el líder brasileño considerase que las autoridades estadounidenses debíandejar de fomentar el conflicto en Ucrania.
«Es necesario que EE.UU. deje de alentar la guerra y empiece a hablar de paz», sostuvo el presidente brasileño.
La Casa Blanca mostró rápidamente su descontento. «Brasil está repitiendo como un loro la propaganda rusa y china, sin mirar en absoluto los hechos», dijo la portavoz de la sede gubernamental estadounidense, Karine Jean-Pierre.
A ello se suman los comentarios que hizo Lula el pasado fin de semana en La Habana, Cuba, durante la Cumbre del G77+China.
Biden propondrá reformar el Consejo de Seguridad de la ONU en la Asamblea General
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) destacó que Cuba es «fiel defensora de una sociedad más justa», pese a que «es víctima de un embargo económico ilegal», en alusión al férreo bloqueo que ha impuesto EE.UU. de manera unilateral contra la isla por más de medio siglo.
«Brasil está en contra de cualquier medida coercitiva de carácter unilateral», puntualizó Lula, que se reunió con su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, y el exmandatario Raúl Castro.
Un asiento en el Consejo de Seguridad
Lula quiere reforzar en EE.UU. la demanda histórica de Brasil de entrar en el Consejo de Seguridad de la ONU, un tema que ganó más fuerza después de que en la última cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, la India, China, Sudáfrica) se decidiese ampliar el grupo con Argentina, Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Etiopía.
El líder brasileño también ha planteado a las naciones BRICS que busquen alternativas para reemplazar el dólar en el comercio exterior. «Todas la noches me pregunto: ¿Por qué todos los países estamos obligados a hacer nuestro comercio respaldado por el dólar?», cuestionó durante su visita a China.
«Le voy a decir a Biden: ‘Oye, Biden, hace muchos años que EE.UU. solo piensa en la guerra y no piensa en invertir en Brasil'», adelantó Lula en agosto, durante un evento.
Biden y Lula se reúnen un día después del comienzo de la 78º edición de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, donde le líder brasileño realizó un discurso centrado en la desigualdad, mientras el estadounidense dijo que buscará «gestionar responsablemente» la competencia con China para evitar conflictos.