El pequeño de tres años Luis Alejandro Rodríguez Colina del municipio de Bayamo, padece de una fibrosis quística, por lo que recibe atenciones médicas en Hospital Pediátrico Provincial Hermanos Cordové de Manzanillo.
De pronto su cuarto se inundó de duendes vestidos de payasos que llegaron para darle alegría. Eran pioneros de la Escuela Secundaria Básica Urbana (ESBU) Manuel Fajardo Rivero, quienes entregaron regalos a todos los niños ingresados en el hospital.
Foto Eliexer Pelaez Pacheco
Elizandra Prohenza Tamayo, tiene 10 años y es de la comunidad rural de Cayo Espino. Esta manzanillera que es atendida en la sala de oncohematología, nunca había visto una muñeca y se llenó tanto de emoción al recibir una, que los médicos aseguraron un cambio en su salud.
Cuando los pioneros entraron a la sala de terapia intensiva encontraron allí al pequeño del municipio de Niquero José Pablo Pacheco Morales de diez meses. Su estado mejoraba considerablemente y el personal médico estaba en las evaluaciones pertinente para decidir su traslado a una sala abierta. Al niño se le obsequió uno de los juguetes en ese momento, y su carita cambió llena de alegría.
Emociones y agradecimientos
Emocionadas se veían a las madres y los familiares de estos niños cuando vieron en las manos de sus infantes los regalos.
Así lo declaró la bayamesa Maimel Colina Pérez, a quien le pareció “algo muy lindo y maravilloso porque vienen a alegrarnos en un momento que es un poco duro y difícil para nosotros los miembros de las familias. El niño recibió cariño y esa atención especial por los pioneros. Son detalles muy lindos, muy bellos. Vi que desde que se fueron los payasitos mi niño está más alegre, contento y se mantiene jugando con los regalitos”.
La niquereña Aymé Morales Escalona expresó: “Quedé muy impresionada porque fue un gesto muy bonito, cuando uno se encuentra en hospital con un niño es muy bueno que le hagan esos regalitos y que compartan con nosotros en esos momentos que, uno está tan decaído tenso y triste. Mi niño se puso tan contento con el carrito que le regalaron que no lo soltó más y fue que se animó más”.
El doctor Bárbaro Vázquez López, especialista intensivista, jefe del servicio de la sala de terapia intensiva expresó que, “este tipo de actividades tiene un impacto bastante alto ya que salen de niños que desean realizar un obsequio, un estímulo a los niños que están enfermos, y más en estado grave. Todos estos pacientes lo reciben con mucha alegría y satisfacción y es algo que los alegra bastante y hasta los ayuda en su recuperación”.
Motivos
Los pioneros de la secundaria básica llegaron a todas las salas de hospitalización del centro, unos vestidos de payasos, otros con las ofertas en manos, para arrancarle una sonrisa y alegrar los corazones de los infantes y sus familiares.
Ellos tomaron como motivo el cierre de la jornada Piti entre nosotros, que rinde tributo al mártir de su centro escolar, y que dentro de sus acciones, cada año se organiza esta donación de juguetes, prendas de vestir y golosinas.
Otro doctor Orestes Carballo Rodríguez, fármaco epidemiólogo del hospital dijo que cree que “este es un gesto muy bonito que han tenido estos niños, esto le agrega la vida a nuestros pacientes, aunque no parezca y no se vea muy bien ellos si se alegran y mejoran en su estado de salud”.
“Esta acción la debemos repetir, hacerla con más sistematicidad no sólo por estos pioneros, si no por otras instituciones del municipio ya que se ven los resultados. En otros lugares del mundo en actividades como estas, incluyendo la risoterapia se observan los resultados, allí se demuestra que si se alegra con payasos se mejora la salud de los niños”, acotó Carballo Rodríguez.
“He tenido la oportunidad de estar en lugares donde se hacían estas actividades, por ejemplo en Brasil, y es verdad que los pacientes a partir de los juegos con los payasos, y con algunos animales que se podían interactuar, mejoraban su estado, las defensas del organismo y todo”, agregó el doctor.
Por su parte la pionera del noveno grado Natalia Batchelort Llana dijo que “el vínculo de los pioneros con este tipo de actividad me parece muy bonito porque a través de esto podemos llenar de felicidad los corazones de los niños que están internados aquí”.
“Me gustaría que todos los años se repitiera esta actividad porque es un gesto muy bonito que ayuda a fortalecer ese sentimiento de amor y de responsabilidad. Lo que más me impactó fueron las reacciones de los niños al recibir las donaciones, porque nos miraban con las caras llena de alegría”.
Su colega de estudio Wilfredo Castro Viltres dijo que “muchos de los pioneros trajimos los regalos para los niños internados en este hospital que necesitan el apoyo de nosotros. Cuando me pidieron en la escuela regalos para esta actividad, de mi nació traer muchos juguetes porque ellos los necesitan para aliviarles un poco su estrés por las dolencias”.
Los agradecimientos fueron muchos, y los pioneros quedaron tan emocionados y contentos que pidieron a sus profesores repetir la oportunidad de volver entregar amor a los niños del hospital manzanillero. Este es uno de esos gestos que de verdad llega al corazón.
