Brexit duro entre Reino Unido y UE cada vez más probable

Londres, 17 dic (Prensa Latina) El primer ministro británico Boris Johnson dio hoy como muy probable que el Reino Unido y la Unión Europea (UE) no sellen un acuerdo comercial post-Brexit, a menos que el bloque adopte otra postura en las negociaciones.
Según informó la oficina del gobernante conservador, Johnson conversó por teléfono este jueves con la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, y le dijo que las negociaciones están en una situación seria, y que el tiempo es muy corto, por lo cual el bloque debe cambiar su posición de forma sustancial para poder cerrar un trato.

El Reino Unido abandonó la alianza europea el 31 de enero pasado como parte del proceso del Brexit, pero Londres y Bruselas se dieron un plazo de 11 meses para negociar los términos de su futura relación comercial.

Transcurridas nueve rondas de conversaciones bilaterales, y a dos semanas para que expire el llamado periodo de transición, las negociaciones se encuentran estancadas por desavenencias sobre las cuotas pesqueras y las leyes que evitarían la competencia desleal.

Durante la conversación telefónica de este jueves, segunda que mantienen esta semana, Johnson le aseguró a Von der Leyen que su gobierno se está esforzando para aceptar todas las demandas razonables de la UE sobre las regulaciones contra la competencia desleal, pero todavía existen diferencias en áreas fundamentales.

El primer ministro británico mencionó en particular las cuotas pesqueras, y recalcó que el Reino Unido no aceptará un pacto que lo convertiría, dijo, en el único país soberano del mundo sin poder controlar el acceso a sus aguas territoriales.

Además de que tendría que cumplir con cuotas pesqueras desventajosas para su propia industria, manifestó.

La posición de la UE en esta área es sencillamente irracional y para que haya un acuerdo tendrá que cambiarla de forma significativa, apuntó Johnson, según el comunicado oficial.

En caso de no firmarse un pacto antes de fin de año, ambas partes tendrán que regirse por las reglas de la Organización Mundial del Comercio, lo que supone la aplicación de tarifas y controles aduaneros para las mercancías.

Igualmente, significaría un aumento considerable de los costos y demoras en los puertos a ambos lados del canal de La Mancha, además de una eventual escasez de alimentos y medicinas en el territorio británico.

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